domingo, 1 de marzo de 2020

PIEL DE LOS NAUFRAGIOS


Contemplamos la luna
en la sombra que mana de la herida
por las aceras silenciosas.

Una luz transformada por el sueño
entreteje la niebla con la noche.

Divisamos farolas en la visión oscura,
mientras la lluvia nos seduce.
Un parque abandonado en la nostalgia
nos muestra los columpios infantiles.

La bruma nos permite sumergirnos
en las calles amadas por el tiempo.

Los suburbios tan sórdidos
nos invitan a hacernos invisibles
bajo los portales temerosos.

Deambulamos sin rumbo
por avenidas llenas de pasión.
En mitad del invierno los árboles nos miran
con sus ramas envueltas en hechizos.

Atravesamos juntos
la melancolía cotidiana
y la sonrisa de las nubes.

No olvidamos la piel de los naufragios
mientras el miedo avanza por el mundo.


Ana Muela Sopeña

10 comentarios:

Albada Dos dijo...

Cuando su mano en nuestra mano nos arma de ojos nuevos, lo que nos rodea no importa, es un camino de alegría, aun lloviendo en las callejuelas.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Albada. Gracias por venir.

Besos

Laura dijo...

Atravesar juntos la melancolía cotidiana...
Me parece un buen paseo nocturno de la mano adecuada.
Besos.

carlos perrotti dijo...

La sombra como espejo, la luz diseminada como neblina... Estás encendida, Poeta!! Qué maravilla.

Carmela dijo...

Náufragos por las avenidas de la pasión, sin olvidar...
Hermoso poema, Ana.
Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre es un placer verte entre mis versos, Laura.

Un besito

Ana Muela Sopeña dijo...

Es un gran aliento para mí, Carlos, saber que disfrutas mis poemas.

Gracias infinitas por seguirme.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carmela...

Un beso grande

Ceciely dijo...

Los sueños acunados en aceras solitarias.
Regresamos a la infancia y revivimos momentos de pasión y nostalgia.
Me encantó el poema.
Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre la infancia como territorio del asombro...

Un beso enorme.
Gracias por brindarme tus palabras