jueves, 8 de octubre de 2020

ACERAS NOCTURNAS

La soledad invade las aceras

con la lluvia sonora que persiste

en el vértigo herido de la noche,

en mitad del instinto del otoño.


Los semáforos saben de silencio

y un caminante solo

detiene sus visiones

bajo estrellas lejanas.


Un gato callejea con la luna

y busca su destino

más allá de los huecos de los coches.


La mirada persigue entre las calles

el dulce resonar de las farolas,

en la respiración del árbol mudo.



Ana Muela Sopeña


20 comentarios:

Jorge M dijo...

Una soledad muy inspiradora y aveces necesaria, las calles se cubren bajo el manto de las estrellas.
Un abrazo Ana no dejes de cuidarte

Fackel dijo...

La nocturnidad impone a las calles un aire especial. las libera incluso del tiempo. Las transforma en otro espacio. Una de las experiencias que más me cautivaban cuando viajaba por la noche en tren de larga distancia era el paso por las ciudades. Entonces me levantaba, iba a la zona de entrada del vagón y contemplaba los arrabales y el juego de luces y oscuridades, era ver el país desde otro ángulo, y eso me hacía amarlo más que de día.

Albada Dos dijo...

Imaginé la cuidad con ese silencio tras la lluvia, cuando la noche se echa encima.

Muy bueno. Un abrazo

Laura dijo...

Creo recordar que una vez te leí algo sobre aceras, noches, sombras...
¿puede ser? Ahora se me ha despertado la curiosidad...
Besitos.

carlos perrotti dijo...

La noche viene a vos para que la hagas poema...

Abrazo más que grande.

Patricia K dijo...

En tus versos se revelan esos sentidos de la noche que se nos escapan. Muchos abrazos!

A.S. dijo...

Belo noturno o teu poema Ana!

No ciciar do vento nocturno, aveludam-se os contornos, invisíveis dedos burilam a silhueta do horizonte, a noite concentra-se para o esquecimento da luz e penetra-a um som suave de incomparável quietude, como um misterioso crepúsculo de sonhadora placidez.

Feliz fin de semana, Ana.
Beijosss

Helena Bonals dijo...

La soledat, la pluja, la nit i la tardor de la primera estrofa: quatre elements que van en la mateixa direcció. El teu poema els recull molt bé. Tot i que hi ha tardors glorioses en aquesta vida també.

Ana Muela Sopeña dijo...

Me encantan los paisajes urbanos nocturnos.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra, Albada, que te guste.

Un abrazo entre calles nocturnas

Ana Muela Sopeña dijo...

Es un tema recurrente en mi poesía, Laura:

Sí... seguro que has leído uno o varios poemas sobre paisajes urbanos nocturnos.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias por tus palabras, Carlos:

Un beso grande

Ana Muela Sopeña dijo...

La noche en la ciudad es siempre una puerta a otras realidades.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Tus comentarios siempre están llenos de belleza.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Helena, por brindarme tus palabras.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Hola, Fackel:

No sé por qué el sistema me ha borrado mi respuesta a tu comentario.

La noche siempre convierte lo anodino en misterioso.

Un abrazo

Siby dijo...



Mi querida Ana, haces de la noche
un hermoso poema.

besitos dulces
Siby

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Siby:

Siempre es alegre tu visita.

Un beso

Meulen dijo...

EN la noche se escucha más el silencio...y ojalá sea aquel que nos ayude
a sentir más y mejor el pálpito de la Tierra que se renueva o descansa...

Ana Muela Sopeña dijo...

El silencio es nuestro aliado.

Muchas gracias por venir, Meulen...

Besos... muchos