viernes, 13 de noviembre de 2020

DESPOJADA

Este naufragio exacto

me deja a la intemperie con mi herida

que es también nuestra herida.


Despojada de todo juego al póquer 

con emociones vanas de origami.


Me vuelco en las fisuras de mi alma

mientras nutro una espera sin destino.


Ahora que te has marchado

solo me queda el brillo del espejo

para seguir viviendo entre los árboles 

al ritmo del silencio.


Pero quizás el hambre nos reúna,

aunque ya no lo creo.


Este naufragio lleno de crepúsculos

solo puede entonar la melodía

de ese acantilado de los lobos

que a ti tanto te gusta

y de las cuevas llenas de amatistas,

mi lugar preferido para el sueño.



Ana Muela Sopeña

8 comentarios:

Jorge M dijo...

Me encanta tu forma de escribir tan sutil, tan ingeniosa, tan poética, los recuerdos quedan por siempre en nuestro ser.
Un abrazo con cariño Ana,ten buen fin de semana

Albada Dos dijo...

Los adioses, cómo nos hacen replegarnos, y ser como osos en una cueva, hasta que regrese la primavera

Un abrazo

Carmela dijo...

Que no desaparezca, al menos, ese brillo en el espejo para vivir entre los árboles.
Un poema lleno de una tristeza infinita, pero hermoso.
Un fuerte abrazo, Ana.

carlos perrotti dijo...

"Una espera sin destino..." otro verso universo. Inspirador poema, amiga.

Ana Muela Sopeña dijo...

Agradezco mucho tus palabras, Jorge:

Que todo sea positivo y luminoso para ti

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Claro...

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carmela, por venir y dejar tu huella entre mis versos.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Hola, Carlos:

Me alegra saber que te gusta este poema...

Besos a montones