jueves, 12 de noviembre de 2020

RESTRICCIÓN DE MOVILIDAD NOCTURNA Y OTROS EUFEMISMOS

Las palabras avanzan como tanques

para detener el pensamiento,

son indicios de imágenes del humo

que pugnan por salir de sus guaridas.


La mente nos inquieta.


La dopamina acecha entre las calles.


Es el toque de queda una estrategia

para doblegar la curva infame.

Eso es lo que dicen los expertos.


Es que el virus del covid 

tiene en su reglamento

las horas de contagios virulentos

y las horas inocuas, por si acaso.


Ahora es todo raro y peligroso.


El mar con sus mareas nos acoge

y nos brinda la espuma del crepúsculo.


La evanescencia de la bruma

nos salva del desastre.


En mitad de la niebla 

la noche nos insulta

con la perversión de la mentira.



Ana Muela Sopeña

16 comentarios:

Fackel dijo...

Cuidarnos de la plaga (en su mundo el patógeno es inocente) Cuidarnos de las plagas de las malas palabras (las mal usadas, las perversas, las obscenas, las que no se detienen siquiera ante la necesidad de hacer frente a una causa común) Bien conjuras tú llevando tu rabia a las palabras.

carlos perrotti dijo...

Desnudas con tus certeros nítidos versos este tan extraño tiempo que persiste y pasa pero no se aleja...

Abrazo inmenso, Poeta!!

Laura dijo...

Lo que está claro es que hay que hacer algo para que esto cambie.
Hay demasiado irresponsable y acabamos pagando justos por pecadores.
Como siempre.
Besos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Desde luego que debemos cuidarnos de la plaga, aunque también necesitamos aprender a discernir qué medidas son sanitarias y qué medidas son únicamente políticas.

Ana Muela Sopeña dijo...

Es un tiempo extraño, Carlos, como bien dices.

Un beso enorme

Siby dijo...



Ana querida, que bien describes
estos momentos que vivimos y hasta
la fecha seguimos igual, hay
personas que piensan que nunca
les afectara, pero con su falta
de responsabilidad, nos hace
dano a todos, un placer acompanarte
mi amiga.

Besitos dulces
Siby

Ana Muela Sopeña dijo...

Claro, las medidas de contención hay que observarlas. No vale saltárselas únicamente por tener entre 16 y 26 años.

Un abrazo grande, Laura...

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Siby:

Debemos ser responsables, sí.

Un besito, amiga

Jorge M dijo...

Tu sensibilidad ante estos momentos tan extraños e incoherentes que vive el mundo es luz, luz de esperanza para quien se ha perdido en la oscuridad.
Muy lindo amiga, un abrazo con cariño

Albada Dos dijo...

Tiempos extraños. Ayer volvía de un tren a las once treinta de la noche, y mi ciudad parecía un desierto nocturno. Lo expresas perfectamente.

Un abrazo

soco luis fernandez dijo...


Un gran abrazo, Ana. Creo entenderte... en su justa medida.

A.S. dijo...

ANA,
Enquanto as horas emagrecem, corroendo tudo, transformando o estranho da paisagem, eu olho pela janela e vejo a cidade vazia, estrangulada de desejos onde a dureza dos tempos esculpiu rostos de máscara, gélidos olhares e gestos distantes.
ATÉ QUANDO??

Un abrazo!

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Jorge:

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Es todo muy surrealista, sí.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Lo celebro.

Un abrazo, Soco

Ana Muela Sopeña dijo...

É verdadeiro.

Vivemos tempos estranhos. Não sê quando terminará tudo isto. O que sim sei é que não podemos estar passivos ante as mudanças substanciais que se estão a produzir.

Muitos beijos