En la infancia de tu sueño
todo se vistió de oscuro,
en mitad de la belleza
el silencio fue de humo.
Por las noches, en el aire,
el misterio estaba oculto
en el pabellón del árbol
más allá de aquel gran muro.
En tu niñez repudiada
todo se llenó de miedo
con la señal del maltrato
en mitad de los desvelos.
Hubo un instinto de luna
que potenció los destellos
más allá de la venganza
que se fugó por el cielo.
Ahora es ya muy tarde...
yo no olvido tus palabras
cargadas de furia y lodo,
quemando como las brasas.
La vida se ha hecho difícil,
ya no observas mis mandalas.
Solo te veo en visiones,
en el momento del alba.
Ana Muela Sopeña
12 comentarios:
Te atreves con todo tipo de poetización, ahora nada menos que un romance. Sorpresa grata.
Ana!
O teu poema atravessa o tempo envolto em densos mistérios, até ser tarde demais para renascer.
Ah! as mandalas, tantas vezes são uma mágica esperança!
Assim, vais prolongando a ilusão do tempo amanhecendo com visões...
Um dia lindo para ti.
Un beso!
Romance de barro que se rompe.
😊 Besos.
Perfección y musiCALIDAD para escribir... No descubro nada.
Abrazos hasta allá.
Romántico versar, con ilusión y magia bella y poética.
Siempre un encanto leerte amiga Ana cuídate y se feliz
Hay vidas que son duras, pero a quienes les toca, no han de dejarse vencer
Un abrazo
Me alegra, Fackel, que te guste este romance:
Un beso grande
Gracias, Albino:
Muy bonito tu comentario.
Besos
Ay, sí...
Gracias, Laura por enredarte entre mis versos.
Besos a montones
Agradezco tus efusivas palabras, Carlos
Besos... Muchos...
Muchas gracias, Jorge:
Un beso grande...
Claro, Albada:
Un beso
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