jueves, 12 de noviembre de 2020

DE LAS ESTATUAS

La soledad se cierne sobre mí

mientras el mundo avanza sin retorno.


Poco a poco el infierno de las cosas

se hace con mi visión de lo absoluto.


Quisiera regresar al tiempo único 

del impulso primero,

pero todo se ha roto con los sueños.


Ahora tus memorias no son mias

sino de las estatuas congeladas.


Observo muy despacio

los ropajes de piedra,

los rostros ateridos por el frío,

la biografía extraña del silencio.


El reloj en su vértigo infinito

ha bordado tu miedo con el éter 

y nos ha entretejido con la nada.



Ana Muela Sopeña

11 comentarios:

Fackel dijo...

Me gusta.

Fackel dijo...

Te cambio un cromo por otro:


LA SERPIENTE


No dejes que la sombra se aleje de ti.
Una vez huida
no será ya la vieja compañía,
sino la traición.
Apenas un reptil
que te acabará engullendo en la oscuridad
de los días.
Y todo tú serás vaga ausencia,
un lamento insalvable.

carlos perrotti dijo...

Este tiempo inamovible tiene todos los atributos de las estatuas...

Abrazo gigante Poeta. Sin coma.

Laura dijo...

Ya no tengo memoria, pero sigo teniendo mucho frío. Besos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Fackel:

Muy bien poema.

Es, además, bastante enigmático, como a mí me gusta.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Carlos:

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Ay, el frío. Qué malo es eso. Además es un frío que cala hasta los huesos.

Un beso enorme, Laura
Gracias por venir

Jorge M dijo...

Grandiosos versos amiga, metáforas llenas de poesía y un sentimiento melancólico que acaricia con emoción.
Un encanto leerte, deseo te encuentres bien Ana, se feliz

Albada Dos dijo...

Me ha gustado mucho. Un cierto halo de nostalgia que lo cubre, también.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias por tus palabras tan efusivas, Jorge:

Un abrazo enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Albada:

Besos a montones