Los humanos buscamos una luz
a través de lo oscuro
y eso es lo que el eclipse nos enseña.
La fantasía puede interponerse
en el arduo camino explorador.
Entre el sol y la tierra
se interpone la luna
y de pronto la noche nos invade
en la mitad del día.
A veces en lo oculto,
una realidad alucinante
se palpa con los brazos de metal...
Juegan los hologramas
con nuestros sueños llenos de visiones.
El eclipse nos habla de la búsqueda
de la conciencia espiritual.
Sumergidos en sombras de la nada
podemos apostar por una línea
de coherencia interna.
En el ciclo de Saros
este eclipse solar
nos lleva a la misión en el delirio
que apunta a los principios de otra era.
Luna
que está quemando los egos
que buscan su impostura.
Sombras
que enmarañan con trampas
la economía circular.
Luna
que dificulta gravemente
las relaciones personales.
Muros
que alientan la distancia familiar.
Satélite sutil
que rompe los romances
por el gel.
Selene
que destruye los puestos de trabajo.
Ciclos
que llevan al divorcio inevitable.
Luna
que desbarata el sexo con más sexo.
Muros
que obstaculizan
los viajes a distancia.
Luna
que ensombrece la voz vocacional.
Sombras
que adormecen la luz de la amistad.
Vacío
que rompe por codicia
la solidaridad entre los seres.
El eclipse se conforma
como un gran espejo
para reflejar nuestra ignorancia
y comenzar de nuevo
a ser humanos.
Ana Muela Sopeña
6 comentarios:
Somos muy ignorantes, dejándonos convencer por al luna, y esa luz que no es le es propia
Un abrazo
Una manera de describir un eclipse entre luces y sombras, Ana.
Abrazos con cariño y Bon Nadal !!!
Palabras hermosas, como los eclipses tan enigmáticos y misteriosos.
Tus versos muy mágicos y lindos.
Un abrazo amiga Ana , te mando mucho cariño y deseo de todo corazón, seas muy muy feliz.
Asì es, Albada:
Un beso grande
Muchas gracias, Joaquín, por venir:
Un beso enorme
Agradezco infinitamente tus palabras, Jorge:
Un fuerte abrazo
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