jueves, 10 de diciembre de 2020

PIEL DE UN SORTILEGIO

Duerme mi corazón

mecido por la nieve

en medio de las calles, 

a través de las sombras de la muerte.

Me amedrentan las nubes

que columpian la mente.

En mitad de la herida

habitan los conjuros de Selene. 

La piel de un sortilegio

se parece a la suerte

que calla los secretos 

y se abisma con círculos del éter.

Duerme mi soledad,

se desliza en la ese

de una palabra mágica 

que viaja en el invierno con los trenes. 



Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

A.S. dijo...

Ana,
Enquanto o teu coração dorme abalado pela neve no meio das ruas onde o sol deixou de colher sorrisos, abriu-se uma ferida na cidade que ninguém sabe quanto irá doer. A solidão cresce insidiosa trazendo consigo um negro presságio. E nesta voragem tão ampla, há uma tristeza negra a escorrer pelas paredes. Nada vem ao meu chamamento. Nada vem ao meu encontro. Tudo é árido e de cores negras. A solidão dorme dentro de algo indefinido...talvez um presságio viajando num trem.
Mas ainda que seja um trem fantasma num inverno de fogo, hão-de florir rosas vermelhas!

Beijos!

Siby dijo...



Hay no ya me dio miedo y lo que
dice A.S., sera el fantasma.??


Besitossssss.

Siby

Jorge M dijo...

Sabe a nostalgia y tristeza este encantador poema amiga Ana, tu ser se logra palpar, mucho cariño amiga

Ana Muela Sopeña dijo...

Bello lo que dices, Albino:

Agradezco tu paso por estos versos.

Muitos beijos

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, jajaja... podría ser el fantasma.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre agradezco profundamente tu paso por mis poemas, Jorge:

Un fuerte abrazo