miércoles, 6 de enero de 2021

DESDE LA OSA MAYOR

Las estrellas nos llevan en los sueños

por galaxias de mundos escondidos.

Nos columpian seguras

en la papiroflexia de la infancia.


En Dubhe nuestro espíritu se nutre

con los cantos eonarios

de los Serafines celestiales.

Allí dormimos siempre custodiados

por los seres de luz.


Los Querubines viven en Merak.

Desde allí nos recuerdan 

que todo es un teatro

para la evolución de la conciencia.


Phekda es la frecuencia de los Tronos.

Nos alumbra en las noches oscuras

y nos invita siempre

a abandonar las trampas 

que nos cortan las alas.


Megrez guarda la belleza interminable

de las Dominaciones. 

Sabemos de su fuerza

que pugna por el tiempo de la magia.


En Alioth las Virtudes nos anuncian

las palabras que curan

los corazones rotos.


Mizar es el espacio consagrado

a las Potestades.

Su frecuencia lumínica

nos ayuda a ser niños otra vez.


En Alkaid los Principados

se dedican al cuidado de la Tierra.


Talitha Borealis es la sede

de los Arcángeles de paz intergaláctica.


Talitha Australis sueña con los Ángeles. 

Ellos nos acompañan 

en los momentos de peligro.


Tania Borealis nos protege

enviándonos al Ángel de la Guarda

cada vez que nos caemos.


Tania Australis es el hogar del arcángel Miguel.


Alula Borealis 

luce con el rayo sanador

del arcángel Rafael.


Alula Australis susurra

las sílabas sagradas

del arcángel Gabriel.


Muscida, en las noches de liturgia,

con el plenilunio nos custodia

mientras Uriel enciende 

nuestra antorcha inextinguible. 



Ana Muela Sopeña



4 comentarios:

A.S. dijo...

Maravilhoso Poema Ana!
Ler-te é um doce fascínio!...

Beijos!

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Albino:

Me alegra que te guste.

Muitos beijos

Albada Dos dijo...

Un recorrido por el firmamento, qué chulo.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Albada...

Besos a montones