domingo, 17 de enero de 2021

LA REINA DE LAS NIEVES

Una mujer albina

caminaba despacio 

bajo la nieve del invierno.


Llevaba un manto blanco 

y un lobo negro y gris iba con ella.


Avanzó entre los árboles del bosque

para poder soñar un nuevo sueño.


Cantó un conjuro lleno de plegarias,

la canción de la luna en plenilunio

y descubrió los ciclos de su cuerpo.


Esperó la respuesta de los árboles

pero solo escuchó el rumor del viento.


Los sonidos del bosque 

eran casi inaudibles.


El silencio del norte

se convirtió en enigma oculto entre la escarcha.


Los pájaros volaron rumbo al cielo,

hacia las nubes altas del crepúsculo 

y con sus alas grandes

pusieron la corona

de reina de las nieves

a la mujer albina.



Ana Muela Sopeña

14 comentarios:

A.S. dijo...

Belo o teu poema Ana!
A mulher albina e o lobo. Me encanta o lirismo do poema!
Estou vendo uma mulher bela, rainha do bosque e um lobo dócil e apaixonado rendido à beleza da rainha...

Beijos!

Albada Dos dijo...

Imaginé a esa mujer nívea. Muy atrayente la puesta en escena.

Un abrazo

Carmela dijo...

A veces, resulta difícil escuchar a los árboles en el silencio.
Hermoso poema, Ana.
Un beso.

Siby dijo...



Que bien haz descrito a esa
mujer de las nieves, te quedo
muy inspirado.

Besitos dulces

Siby

Fackel dijo...

Entre lo albo y lo negro hay un abanico irisado. El lobo y la albina deberán intentar abrirse como él.

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre es un placer recibirte en mi espacio, Albino:

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Hola, Albada:

Gracias por tus palabras.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Carmela:

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra que te guste, Siby:

Un besito, amiga

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es... los cuentos infantiles siempre son alegorías de otras realidades.

Un abrazo, Fackel

Jorge M dijo...

Hermoso poema, muy tierno, me gusto mucho.
Un abrazo Ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Jorge:

Besos

Meulen dijo...

La vida se expresa de todas maneras
su belleza se encuentra fundida en ese ver del poeta
que la viste de su color de nieve
pero que está viva...

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre debemos mirar la realidad con la capacidad de asombro.

Un beso