Tocaban las pantallas
y percibían solo humo y ruidos.
Atravesaban parques de cemento
con el aire encendido entre las cejas.
Eran miles de millones...
Nadie veía nada en las ciudades,
todo el mundo intentaba adivinar
sobre los asuntos más extraños.
La enfermedad más extendida
era la ceguera.
Todos esperaban el remedio milagroso
que les permitiera ver...
Lo buscaban fuera de sí mismos:
en mercados, hospitales,
iglesias, hemiciclos,
teatros, librerías,
congresos, institutos...
Pero el remedio estaba en ellos mismos...
Ana Muela Sopeña
10 comentarios:
La ceguera se va extendiendo, y cómo
Un abrazo
Tienes razón.
Un beso enorme
Que genial poema, una reflexión impresionante, llena de verdad, la gente anda ciega en un mundo de sordomudos , la indiferencia mata.
Un abrazo Ana, mucho cariño amiga
Tú lo has dicho. La indiferencia mata.
Un beso
ANA!
O teu poema toca profundamente a consciência!
Como tu dizes, a indiferença mata!
Vivemos numa sociedade cada vez mais discriminatória!
Feliz noche! Besoss!
Así es, Albino:
La ceguera es cada vez más habitual. Porque lo peor no es no ver con los ojos físicos, sino no ver con los ojos de la conciencia.
Un beso enorme
Sí,la enfermedad avanza a pasos agigantados.me trajo a la memoria a Saramago y su "Ensayo sobre la ceguera",que supongo has leído. Espero que no terminemos como en el libro, luchando por la supervivencia.
Un abrazo
Sí. El libro de Saramago es muy simbólico.
Gracias por brindarme tus palabras.
Un beso enorme
He llegit quatre poemes teus seguits, la ceguesa no és allò teu. Ni la sordera.
Gracias, Helena:
Besos a montones...
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