Tu ausencia ya no duele, solo es humo.
La ciudad se ha vestido de silencio
con la respiración de las aceras.
Siento perplejidad ante la nada,
tras el toque de queda está tu sombra.
Los recuerdos se van como la espuma,
son como torbellinos en el mar.
En el olvido habitan tus imágenes.
Las huellas de lo nuestro
van disolviendo un mundo compartido.
Solo queda de ti la impermanencia...
Ana Muela Sopeña
6 comentarios:
Nada como la persistencia de la impermanencia de lo que fue alguna vez...
Inspirado poema, Ana. Abrazos y más abrazos.
Que no duelan los recuerdos, ese es el objetivo, que el dolor al pensar en alguien sea leve, y dure poco.
Un abrazo, y feliz día
Muchas gracias por venir, Carlos:
Un fuerte abrazo hasta vos
Mejor recordar lo bonito. El dolor que se disuelva en el universo.
Gracias, Albada, por tus palabras.
Un beso enorme
Que no duela la ausencia es un gran logro.
Besos, Ana.
Se fue de un modo extraño. Sin dar explicaciones no motivos. Algo surrealista. Dicen que el tiempo todo lo cura... Ojalá...
Un beso
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