La ciudad en la noche se revela
como punto de luz entre las sombras.
Las líneas clandestinas del espacio,
inmersas en la niebla más atávica,
seducen con su lluvia misteriosa
a los barcos lejanos.
Las plazas escondidas,
con sus farolas ebrias,
despiertan la liturgia de otro tiempo...
Las aceras desnudas se consagran
a las nubes que buscan la visión.
El silencio se abisma calle abajo
buscando los portales más ocultos
para poder soñar...
Ana Muela Sopeña
14 comentarios:
ANA!
A cidade à noite é um doce fascínio!
Esconde o amor na penumbra de um portal esquecido...
Un buen fin de semana para ti
Besos!
Tus crónicas nocturnas son especialmente inspiradoras, Ana, la ciudad te confía sus secretos o tus ojos los revelan de prepo...
Abrazo agradecido.
Gracias, Albino:
Siempre es grata tu visita...
Un beso enorme
Me gusta que te parezcan inspiradoras estas crónicas nocturnas...
Un beso enorme
Hermoso, Ana.
Siempre una gran ambientación y sentido nostálgico en tus poemas.
Un saludo siempre, Nahuel.
Gracias, Nahuel, me da alegría tu visita.
Un beso enorme
La noche. Su magia y su misterio en tu poema.
Esas farola ebrias, iluminando apenas el devenir de una noche en la ciudad
Un abrazo
Verdaderamente invita a soñar.
Besos.
Gracias por venir, Soco:
Besos
Las farolas siempre están ebrias por la luz.
Un beso grande
Gracias, Amapola:
Besos a montones
Haces magia y un sueño maravilloso con la ciudad y la noche, con su particular magia y destello.
Un abrazo amiga Ana, no dejes de cuidarte.
Agradezco mucho tus palabras.
Es hermoso tu comentario...
Abrazos
Publicar un comentario