A los liquidadores, por su esfuerzo en el accidente de Chernóbil hace 35 años
El aire se hizo sombra
tras la explosión del reactor.
Todo se hizo de muerte en un instante,
la nube radiactiva viajó en unas horas
por todos los países del planeta.
Los árboles de dióxido de uranio
fueron testigos de excepción.
600000 liquidadores
nos salvaron
de una muerte infernal.
Ana Muela Sopeña
8 comentarios:
Qué infierno tuvo que ser. Un abrazo
Efectivamente... y de no haber sido por los liquidadores nos hubiéramos extinguido como especie.
Un beso enorme
ANA,
Apesar de tão grave catástrofe, continuamos a persistir na energia nuclear.
Espanha, tem duas unidades nucleares, junto à fronteira portuguesa, junto ao rio Tejo, que já ultrapassaram o prazo de segurança. Em qualquer momento o desastre pode ocorrer!
Un beso grande!
"El aire se hizo sombra..." Verso demoledor en otro magnífico poema, Ana.
Abrazo hasta vos.
Una terrible catástrofe mas en la historia del ser humano y su ambición desmedida unos versos admirables amiga Ana, un fuerte abrazo
Tienes toda la razón, Albino:
Cuando una central ha alcanzado su vida útil hay que desmantelarla, no alargar su vida por afán de lucro.
Deberíamos ir abandonando la energía nuclear y abrazar otras formas de energía menos peligrosas.
Un beso enorme
Gracias, Carlos:
Besos a montones
Agradezco tus palabras, Jorge:
Sí... Deberíamos revisar nuestro comportamiento energético en el planeta Tierra.
Un beso
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