Las calles permanecen
con farolas ocultas al destino
en la sombra de niebla,
mientras las plazas hablan en susurros
de los recuerdos dulces, sumergidos
en la memoria ebria del amor.
La llovizna bosteza
con semáforos llenos de futuros,
mientras los besos sueñan
con edificios grises
y dibujan sonrisas al azar...
Ana Muela Sopeña
14 comentarios:
La lluvia siempre es inspiradora, llega para sacar de nosotros todo lo que hay en nuestro interior...lo hace brillar y aflorar para nuestra contemplacion y deleite..
.."mientras las plazas hablan en susurros
de los recuerdos dulces, sumergidos
en la memoria ebria del amor..."
QUE PRECIOSURA!!!!!
Tu espacio si que se disfruta!!! Besos miles!!!!
Hola mi linda Ana,la lluvia
es bonita mirarla desde la ventana,
pero a ti te inspiro bellamente.
Besitos dulces
Siby
Los besos sueñan como tus versos, amiga. Es siempre un placer leerlos y en ls memoria tenerlos...
Els records dolços no haurien de faltar mai! Com poemes com aquest.
ANA!
« Deixa chover. Deixa molhar!
Há sempre um fogo ardendo
que nunca vai apagar!»
Feliz fin de semana
Besosssss
Eli, me alegra mucho que este poema te haya gustado.
Besos a montones
Me alegra tu visita, Siby.
La lluvia me inspira...
Es siempre grato compartir contigo
Muchas gracias, Carlos, por venir.
Un beso enorme
Los recuerdos dulces nos endulzar la vida, Helena.
Mil gracias por venir
Besos
El fuego interior no termina nunca...
La llovizna me encanta
Todo un poema urbano o, mejor, de geografía callejera.
Es bueno retrotraer lo que nos hace bien
al espíritu
a pesar de los tiempos que aun se viven...
Abrazos.
Así es, Fackel, me encaantan los poemas urbanos.
Un abrazo
Por supuesto. Hay que intentar estar por encima de las circunstancias. La pandemia también pasará.
Un beso
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