sábado, 14 de agosto de 2021

TU INFANCIA


Por las calles amadas de tu infancia

recorres los caminos de la luz

a través de las sombras del recuerdo,

en la evanescencia del crepúsculo.


Los parques soterrados en heridas,

la memoria de un tiempo indescriptible.


Al encontrar un punto en el vacío,

te quedas respirando

entre helechos y algas.


Suave la compulsión de la belleza

que te lleva por campos imposibles

hacia el deslumbramiento de la vida.


Las primeras miradas,

el milagro de todos los veranos,

los amigos inmersos en imágenes 

encriptadas en cuentos de la abuela.


Tu hogar siempre sumerge su utopía

entre las nubes ocres del estío.


Los árboles queridos

de una niñez eterna

cabalgan sin parar

al lado de juguetes

como aquel caballito balancín.


Fotografías dulces, color sepia,

contienen esa niebla silenciosa

de los años lejanos.


Conduces a través de los portales

y de bosques repletos de misterio.


Cuando miras con ojos asombrados 

aquellas increíbles horas tenues,

con la calima extraña 

de los meses brumosos

en la estación más cálida,

todo recobra pronto su sentido

y te da conexión con la liturgia

de un mundo consagrado a los abrazos.



Ana Muela Sopeña

18 comentarios:

Helena Bonals dijo...

Aquesta "niñez eterna", aquests "los meses brumosos/ en la estación más cálida", la maduresa que recorda la infantesa, em captiven!

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra, Helena, que te cautiven. La infancia siempre es un territorio al que poder volver.

Un beso

Meulen dijo...

Es verdad cuando se ha tenido una infancia feliz se recurre a menudo a buscar alivio a este peregrinaje actual y encontrar fortaleza para avanzar...Todo vale para sostener nuestra fe.

Abrazos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Meulen:

Gracias por venir y brindarme tus palabras.

Un abrazo

carlos perrotti dijo...

Este poema confirma cuánto se extraña tu poesía cuando te tardas en publicar, amiga...

Abrazo hasta allá.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carlos. Es un placer tenerte como lector.

Un fuerte abrazo transoceánico.

Fackel dijo...

Me gustaría saber si este poema amable pero nostálgico tiene que ver con la estación cálida que atravesamos. Como incentivo de recuerdos. A mí me pasa, aunque no poetice.

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, tiene que ver con el verano, desde luego. Para mí el verano, si no puedo viajar, hacer cosas nuevas, conocer personas nuevas..., es una estación llena de recuerdos. Me hace regresar a otras épocas...

Un abrazo

Siby dijo...



Es cierto Ana querida, los veranos
están llenos de recuerdos vividos.

Besitos dulces

Siby

Albada Dos dijo...

Volver donde uno creció, qué experiencia tan bonita

Un abrazo

María Socorro Luis dijo...


...Aquellos veranos de aquellos años, que significaban la vuelta a casa, permanente, a los juegos, a las aventuras y descubrimientos... Aquellos, que quedaron ahí, en los recuerdos.

Besos, Ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Siby, por venir.

Besos

Ana Muela Sopeña dijo...

Desde luego, Albada:

La infancia contiene claves para vivir una buena vida.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Qué bien lo expresas, Soco:

Gracias por venir y brindarme tus palabras.

Un beso

A.S. dijo...

ANA!
Voltaste com um poema um tanto nostálgico,
pleno de recordações que estão gravadas em tua alma e que jamais conseguirás apagar.
E quando recordamos, sentimos que algo de nós ficou num passado
onde nunca conseguiremos regressar.
Ler-te será sempre um doce fascínio, querida Ana!

Te dejo mis besos!

Ana Muela Sopeña dijo...

Mil gracias, Albino:

Es un placer tenerte como lector..

Un beso enorme...

Laura dijo...

Y pasar las vacaciones en el pueblo de la infancia ayuda mucho. Coincido en muchas de las cosas que has dicho.
Besos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Laura:

Un beso grande