La mujer de la niebla
camina suavemente entre las calles
y permite que todos los transeúntes
la perciban sin máscaras de acero.
Cuando avanza despacio por las noches
la gente no distingue si es la brisa
o una mujer etérica
nacida del misterio del espejo.
En la hora del alba,
con la luz elegante del subsueño,
la mujer de la niebla se hace eco
de la belleza extrema de lo ínfimo.
Después, por la mañana, disimula
sus miedos ancestrales.
Al mediodía mira sin temor
al sol en plenitud.
Cuando la tarde cae sobre la arena
se oculta entre las sombras.
La mujer de la niebla en el crepúsculo
repasa su inventario de visiones
que buscan lo infinito en el azar...
Ana Muela Sopeña
12 comentarios:
La mujer -o el hombre- de la niebla lleva la niebla dentro. Como pérdida o como refugio, eso cada cual sabe.
ANA!
"La mujer de la niebla" emerge da neblina,
se transmuta até chegar o crepúsculo,
onde liberta todas as emoções, todos os desejos!
Besos, para ti!
Wowww la mujer de la nieve es misteriosa.
Besitos dulces
Siby
... nos sentimos, a veces, seres de niebla. vagando inmateriales y sin rumbo.
Abrazo, Ana.
Una dona misteriosa com la boira, com tot el poema. Sembla que parli de les diferents etapes de la vida.
Pérdida o refugio. Buenas definiciones de la niebla. Aunque para mí... la aceptación de la niebla es la aceptación de la incertidumbre, del caos...
Un abrazo
Así es, Albino:
La mujer de la niebla se ampara en su estado pero busca la libertad absoluta.
Un beso
Muchas gracias, Siby, por brindarme tus palabras.
Un beso
Así es, Soco:
Somos a veces como la niebla.
Un beso enorme
En todas las etapas debemos lidiar con la niebla existencial. Solo cuando la aceptamos surge la nitidez.
Un beso enorme
La niebla me produce melancolía, pero de la buena. Y si sale una mujer de entre ella ya ni te cuento... 😊
Besos.
Tienes razón. Pero la melancolía, de vez en cuando, es sanadora.
Un beso
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