Me besas con las nubes, entre sábanas,
cada vez que respiro en tus pupilas.
El corazón del mundo lo haces nuestro
al rodar por la cama, sin horarios.
Me abrazas cuando llegan los crepúsculos,
en cuevas subterráneas, desde el sueño.
Entrelazas tu aliento con el mío
para transitar por la galaxia.
Escuchamos el giro de los astros
con la piel consagrada
a nuestra liturgia primitiva.
Eres el sortilegio del reloj
que entona su misterio a medianoche.
Ana Muela Sopeña
12 comentarios:
Qué entusiasmo amoroso en el poema. ¿Será por el poder astral de los cuerpos? Me alegro.
Qué alegría de amar respira, caramba.
Un abrazo, Ana
Una delicia.
Besos.
El amor será pasional o no será hecho poema... Te felicito, Ana.
Abrazo hasta allá.
Los cuerpos se atraen como los planetas y los satélites. Movimiento perpetuo sideral...
Un beso
Me alegra que así lo percibas, Albada:
Besos a montones
Me alegra que te guste, Amapola:
Un placer verte por aquí...
Un beso grande
Pasional... sí...
La poesía necesita pasiones...
Un beso enorme
Cuanta ternura y cuanto amor, tu corazón palpita belleza amiga.
No dejes de sonreír
Un placer tu visita, Jorge:
Un beso grande
"Me besas con las nubes, entre sábanas": quin joc de paraules més ben trobat, el de "besos" y "nubes".
Me alegra que te guste la combinación de besos y nubes, Helena:
Una abraçada
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