martes, 30 de noviembre de 2021


 

HIPNOSIS


Con palabras monótonas la hipnosis

lleva hasta el precipicio a su objetivo.


Le susurra delirios al oído,

le canta una utopía alucinante.


El hombre con cadenas va arrastrándose,

se debate entre el sueño de la hoguera

y el umbral subterráneo hacia lo libre.


El péndulo se para en el espacio.


La hipnosis se quebranta por momentos...


Latidos y cronómetros de arena,

mientras la hipnosis sigue sin control

cegada por genomas y por sombras

de un manuscrito oscuro zahorí.


A pesar de salmodias y de pócimas,

de traumas y conjuros en los códigos,


el hombre de Vitruvio vuelve a ser

la racionalidad entre los sauces.



Ana Muela Sopeña

lunes, 29 de noviembre de 2021


 

UN MIRLO


En el silencio

un mirlo diminuto.

Contemplación.



Ana Muela Sopeña



 

NIEVE EN LAS BOTAS


Luces en árboles 

mientras llueve en las calles.

Melancolía.

La Navidad se acerca

entre la bruma tenue.


Escaparates,

los juguetes de siempre.

Niños contentos.

El frío del otoño

y la nieve en las botas. 



Ana Muela Sopeña

 


TREN HACIA LA NADA


La Navidad se acerca

al tiempo que noviembre se termina.


La lluvia nos ampara con su música

cuando mostramos las heridas

más allá del granizo.


Hay un puente que intuye las historias de niebla.


El 

olvido 

es 

un 

tren 

hacia 

la 

nada.


Los recuerdos se abrazan a la bruma. 


El viento de la noche sideral

abandona el instinto del reloj.


La utopía que lleva a la belleza

nos muestra en su deseo más atávico

la soledad del mundo...



Ana Muela Sopeña


domingo, 28 de noviembre de 2021


 

DE LO ÍNFIMO


La sombra de la urbe es la nostalgia

de un gorrión despistado por el miedo

en las calles que saben de los guetos,

entre los edificios de la infancia.


Se refleja la luna en las estancias

que se ven desde aceras, con vencejos,

y desde los portales con los velos

que se observan en todas las acacias.


Camiones en sus rutas misteriosas,

los ojos ateridos por el frío,

mientras la lluvia cae ensimismada.


Un temblor que se fuga, gente sola,

en el asfalto lleno de lo ínfimo 

con farolas que olvidan las palabras.



Ana Muela Sopeña

sábado, 27 de noviembre de 2021


 

FRÍO DE NOVIEMBRE


La lluvia se presenta melancólica

por las calles de sombra y de recuerdos.

El frío de noviembre

nos deja, en la neblina, sin palabras.

Las ráfagas de viento nos abisman 

en las noches de bruma.


Todo me habla de ti en las aceras 

y la respiración de la nostalgia

evita que el naufragio nos derrumbe

en el silencio eterno de los árboles.



Ana Muela Sopeña

jueves, 4 de noviembre de 2021


 

ACERAS DE BRUMA

 

A Concha González Nieto


En la noche tejemos otros mundos

al tiempo que miramos las farolas

en aceras de bruma.

La luz entre los árboles 

delimita las sombras más atávicas


Los coches nos acechan

entre sueños velados.


En los muros hay gatos callejeros

que vigilan las horas solitarias.


Respiración que abraza la belleza

mientras la luna observa el espectáculo.


Edificios oscuros en la herida

de portales cerrados, 

en suburbios...


Las piedras nos avisan del peligro.


Recuerdos sumergidos en un álbum.


Sonidos desterrados

en el silencio apátrida 

de la ciudad sumida en el abismo.



Ana Muela Sopeña


miércoles, 3 de noviembre de 2021


 

FISURAS

 A Manuel Martínez Barcia, gran poeta y amigo,  que hoy hubiera cumplido años

 

Mientras tiembla la luz en las aceras

recuerdo aquella noche atemporal.


Hablábamos de todo y de nada

mientras tú me mirabas fijamente.

Recorrimos las calles de la urbe

hasta llegar al punto del origen,

la plaza de Moyúa con su estrella

grabada sobre el suelo.


Allí el pasado entró por las fisuras

de una antigua canción llena de sombras.


Respiramos sin lastre y sin horarios,

mientras la melodía de los astros

dejaba su fulgor en nuestra piel.


Luego te vi alejándote despacio

hasta desaparecer 

entre la niebla.


Después ya nunca más nos encontramos.


Seguimos con la vida cotidiana

y seis años más tarde te fugaste

por la ruta inmortal de las Perseidas,

aquel trece de agosto

del año dos mil quince.



Ana Muela Sopeña


martes, 2 de noviembre de 2021


 

CANTO DEL LOBO


Un lobo merodea entre la niebla

hay un bebé en la casa

y el lobo no ha comido en muchos días.


Yo le susurro al lobo que se vaya.

Está hambriento y muy triste

pero a mí no me importa.

Voy a darle una cola

de algún animal gris,

para que se entretenga.


No te permito, lobo,

comerte a mi bebé.


El lobo está nostálgico,

deambula sin destino

entre la bruma fría

de este mes de noviembre tan lluvioso.


Los ojos del bebé

no miran los peligros.


Le grito al lobo que debe marcharse.

No me importa que sufra.

Yo solo quiero el bien de mi bebé.


Los ojos de este lobo

me miran sin excusas.

Él necesita pronto devorar

una carne blandita.


Pero a mí no me importa.


A mí solo me importa mi bebé

al que protejo siempre de lo oscuro.


Agarro la escopeta

y le meto dos tiros a este lobo.


Me entristece su muerte,

pero yo solo quiero a mi bebé

y los depredadores causan miedo

y producen peligro por las noches.


Mi niño ya se duerme sin el lobo.

Sus aullidos dan paso a un gran silencio

que el bosque sepulcral deja en la nada.



Ana Muela Sopeña