sábado, 27 de noviembre de 2021

FRÍO DE NOVIEMBRE


La lluvia se presenta melancólica

por las calles de sombra y de recuerdos.

El frío de noviembre

nos deja, en la neblina, sin palabras.

Las ráfagas de viento nos abisman 

en las noches de bruma.


Todo me habla de ti en las aceras 

y la respiración de la nostalgia

evita que el naufragio nos derrumbe

en el silencio eterno de los árboles.



Ana Muela Sopeña

10 comentarios:

Meulen dijo...

Saludos ...triste noviembre por acá es primavera ,aunque llueve y frío a veces
Se siente la.nostalgia de la ausencia pero se resiste.

Un abrazo.

Albada Dos dijo...

Esa ciudad que no deja que se olvide la persona que amamos. En la noche, bajo las farolas y el silencio, aún mas

Un abrazo, y buen finde

A.S. dijo...

ANA!
Saudades de ti...
Sinto a tua página fria,
como este frio de novembro
que nos penetra até ao fundo da alma!
Espero que esteja tudo bem contigo, minha amiga!!

Besos para ti!

Ana Muela Sopeña dijo...

La nostalgia de vive mejor con un paisaje otoñal.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Para mí las imágenes nocturnas de ciudades can vinculadas al recuerdo. Cuando todo está solitario.

La ciudad de día y con gente, con su bullicio la asocio más con el presente y con el futuro.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Albino:

He estado ausente por obligaciones y cierto agotamiento.

Ahora ya estoy de nuevo activa.

Con ganas de leer y ser leída.

Un beso enorme, amigo

Fackel dijo...

Pero ¿no se inventó la palabra precisamente para elevar la visión y la perspectiva de los fenómenos y las cosas, y no ceder a pesimismos ni melancolías?

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, tienes razón, pero a veces el silencio es más efectivo que la palabra para recuperar energìa. Al menos así lo vivo yo.

Gracias por venir

Helena Bonals dijo...

"El frío de noviembre/ nos deja, en la neblina, sin palabras": s'assembla al darrer poema que t'he comentat! Hi ha vegades que fa tant de fred que no surt la poesia, no és el cas d'aquest poema.

Ana Muela Sopeña dijo...

Me agrada, Helena, que te gusten estos versos.

Un beso enorme