martes, 11 de enero de 2022

CUADRÁNTIDAS


Una lluvia de estrellas 

se desliza fugaz entre las nubes.

El tiempo se ha parado sin aviso.

La belleza desnuda es el umbral

del despertar a todo lo que existe.


¿Me amarás cuando ya no sea joven

o escaparás sin ruido por el hueco 

de la disolución en el olvido?


Observo las Cuadrántidas y miro

el espacio absoluto.


Los meteoros caen sin tristeza

y permiten que el mundo sea un sueño

diluido en sonidos inaudibles.


¿Tus promesas se harán eternidad

o escaparás de mí cuando te canses?


Quiero ser infinita como el astro

y si tú me abandonas

convertiré en mi amante

a Urano y sus satélites.



Ana Muela Sopeña 

6 comentarios:

Helena Bonals dijo...

Quines preguntes fas! Esperem que no sigui així! Jo almenys no em canso mai d'estimar.

carlos perrotti dijo...

Leerte es desasnarse, Ana... Gran poema una vez más...

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Helena, por tus palabras.

Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Agradezco tu paso por estos versos, Carlos:

Un beso grande, amigo

Fackel dijo...

Pues no es mala idea convertir a planetas y satélites en amantes; al fin y al cabo los satélites hombres o mujeres también naufragan por el caos cercano; preguntas que no pueden tener respuesta, y si hay respuesta formal no se tenga en cuenta cuando llegue el desprendimiento.

Ana Muela Sopeña dijo...

Ya... jajaja. Hay que tener amantes en la Tierra, pero También en el espacio... por si acaso.

Un abrazo