martes, 18 de enero de 2022

LA HELADA


La madrugada duele con el frío

en mitad de las horas que transcurren

despacio, como el hielo.


Las almas solitarias se contraen

hasta desaparecer entre la niebla.


Un perro callejero

ladra desesperado en la distancia.


Enero avanza suave

hacia el olvido último del mundo.


Nos drogan con noticias

que repiten los números fractales 

de un nuevo orden extraño.

Parecen los conjuros

o salmodias

        que guardan los secretos

de largos corredores escondidos

en la ecuación del miedo.


Al alba un viento helado

corta mi rostro, agranda mis pupilas,

y me deja pensando

en la fragilidad que me rodea

y en el poder inmenso

de la temperatura del ambiente.


Isobaras que animan nuestros pasos.


La humedad del paisaje.


Las lluvias caprichosas.


El instinto de nieve.


Las heladas temibles.


Me desplazo contenta hacia el calor

de mi casa preparada

para los jeroglíficos del tiempo

y la meteorología del desastre.



Ana Muela Sopeña

12 comentarios:

Fackel dijo...

Al final siempre hay que recurrir a un hogar, físico y psíquico; el primero ayuda al segundo; el segundo mantiene y agradece a su vez al primero; y procurar que el hogar esté con variados rincones; uno para el sueño; otro para imaginar una vida mejor; otro para amar; otro para cuidar el cuerpo; otro para las invenciones; todos para conocimiento de uno mismo.

Ana Muela Sopeña dijo...

El hogar... siempre el hogar. Desde luego... es muy importante.

Gracias por venir.

Un abrazo

Meulen dijo...

En estos tiempos asolados por el clima , lo que se vive en tantos lugares sin dudas asusta a muchos...por eso es bueno ser prevenido también y hacer caso de las indicaciones al respecto.

Te dejo un abrazo.

carlos perrotti dijo...

Gran poema testimonial (sobre estos tiempos) que a nadie seguramente dejará indiferente...

Abrazo sin sombrero.

Ana Muela Sopeña dijo...

Hay que ser prudentes ante las nevadas, fuertes vientos o erupciones volcánicas.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carlos, me alegra que te guste el poema.

Un beso enorme

Albada Dos dijo...

Por esos día de meteorología confusa ;.)


Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Por esos días, Albada:

Un beso grande

Helena Bonals dijo...

"Isobaras que animan nuestros pasos": fred, sí, però animació en les nostres vides. Un poema meteorològic molt inspirat!

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Helena, me alegra que así lo percibas.

Un beso enorme

Lyliam dijo...

Uruguay ayer incendiado hoy inundado...feliz del que tiene a donde regresar poeta. Que bonito lo expresas, casi no parece que hablaras de tragedias con un final que hoy es un refugio mañana no sabemos. Un aplauso Ana, que bueno es leerte.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Lyliam, por venir:

En un mundo en crisis aún nos queda la palabra.

Un beso grande