sábado, 12 de febrero de 2022

AL AZAR


A veces una vida se termina

en solo unos minutos, nada más.

Parece que es memoria el verbo amar

y todo se plantea en una vía.


La muerte nos sorprende, es la salida 

para emprender el viaje al más allá 

y dialogar con almas al azar

en una encrucijada con encinas.


El instinto que busca comprender 

se parece a una grieta de palabras

adheridas a rosas sobre tumbas.


Entonces una luna de papel

se convierte en imagen de un mandala

y un ángel en la piedra más oscura.



Ana Muela Sopeña


4 comentarios:

Meulen dijo...

estamos destinado a la muerte física , por ello debemos siempre prepararnos para la vida eterna ...

Ana Muela Sopeña dijo...

Tienes razón, Meulen:

La muerte forma parte de la vida. Lo importante es cultivar lo espiritual. Lo demás es secundario, aunque a veces se nos olvide.

Un abrazo

Helena Bonals dijo...

Aquest "un ángel en la piedra más oscura", és molt paradoxal, un epítet.

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, es una paradoja. Tú lo has visto.

Un beso enorme