Atrás la luz de la belleza de tus calles;
ahora en los escombros una sombra
amenaza llevarse para siempre
la ilusión del futuro.
Atrás los niños que jugaban en columpios;
ahora, en los refugios,
se amparan en sus madres
porque sus padres deben defender
la patria invadida.
Atrás el dulce acogimiento
de turistas contentos
que paseaban por tus plazas;
ahora las personas
se ocultan en los sótanos con pánico.
Atrás el suave transitar
de las horas dormidas en la calma;
ahora es el estruendo
de los bombardeos que no cesan,
el sonido estrambótico
de esta ciudad que grita
por la libertad amedrentada.
Atrás la música serena
de la orquesta Sinfónica de Kiev;
ahora solo suenan las alarmas
que anuncian, sin horarios,
la destrucción de todo...
Atrás el alma consagrada al infinito;
ahora no se ve el cielo estrellado
por el humo constante entre las ruinas.
Atrás la dicha
por la urbe alegre y lúdica;
ahora lo que impera
es la desolación y la locura
que pretende extenderse por el mundo...
Ana Muela Sopeña
16 comentarios:
Comparto ese tu atrás. En el pasado ha habido muchos atrás. De la destrucción habrá quien haga pingües beneficios. Me ha gustado tu reconocimiento a la ciudad víctima. La destrucción física implica a su vez la de la vida cotidiana, los usos y costumbres, o simplemente el respirar.
Ana querida, una poesia real y cruda , pero no tengo dudas que esos pueblos se levantan con la entereza que los caracteriza, a lo largo de la historia lamentablemente pueden considerarse muy sufridos y aun asi, tienen tanto por enseñarnos con su fortaleza. Besossssss y un gran dia para vos.
Efectivamente, Fackel, todavía peor es la destrucción de la vida cotidiana, de las personas, de sus ilusiones y eesperanzas. Un edificio de puede reconstruir. Un muerto ya no vuelve a la vida.
Un abrazo
Gracias, Eli:
Son ciudadanos fuertes, sí... pero ya están sufriendo demasiado.
Es siempre una alegría tu paso por mi espacio, Eli.
Un beso enorme
Es tremendo, ese dolor que parece que quiera extenderse, la de niños que estarán sufriendo, sin entender nada.
Un abrazo, y feliz día, a pesar de la herida llamada Ucrania
Todas las guerras son terribles. Está nos toca muy de cerca porque estamos involucrados.
Terrible situación.
Verso que duelen... como duele que hayamos dejado sola a Ucrania y seamos meros espectadores.
Abrazo más que grande, Poeta.
Que difícil es perder a los que amas pero aún salvándose todos, que difícil saber que hay que empezar de cero, entre ruinas y el dolor de los muertos ajenos. Que tristeza tu poema Ana. Un abrazo poeta.
Duele, sí. Ucrania no está sola. Hay un montón de países que se han ofrecido a acoger a refugiados.
Un beso
Sí. Es muy triste. Ojalá no hubiera tenido que escribir este poema nunca.
Un beso enorme, Lyliam
A veces no hay palabras que abarque el sentir de lo que es frente a un absurdo como es una guerra, lo torcido de sus razones, aún peor... Ni hablar de sus resultados y los que permanecemos impávidos debemos despertar... Estamos en una ruta que una mente oscura quiere conquistar... Ya lo ha hecho de muchas maneras y pocos se dan cuenta de ello...
Te dejo un abrazo.
Tienes razón. Despertar de hace necesario.
Ojalá la cordura de imponga...
Un beso enorme
Preciso y necesario este poema, Ana, en el que todo lo bueno va quedando atrás y por delante solo hay ruinas y desesperanza.
Te envío mi felicitación por este poema y un abrazo solidario.
Gracias, Mar, por venir y brindarme tus palabras.
Estamos todos con el alma en vilo.
Un beso enorme
Té molta força aquest "atrás" reiteratiu.
Claro. El contraste del "antes" y el "después" intensifica la percepción del horror.
Un beso grande
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