Las muchachas en el bosque
bailan con luz de la luna
para atraer a los lobos
y hacer conjuros que ocultan
la belleza de los sueños
escondida en la locura.
Cuando amanece sonríen
en un tiempo sin excusas
en el silencio más cómplice,
con árboles en la oscura
cueva de estrellas dormidas
y danzan semidesnudas.
Estas mujeres hechizan
con sus palabras de runas
y sorprenden al incauto
al permanecer en grutas
dentro de senderos fríos
con la lluvia y con la bruma.
Cuando termina el invierno
las muchachas se hacen puras,
regresan a la inocencia,
dejan su espejo de brujas,
olvidando sortilegios
en las piedras de penumbra.
Ana Muela Sopeña
6 comentarios:
Me gustan los otoños y los inviernos, son dos tiempos maravillosos
Gracias por tu huella ☺️
Gracias por venir, Lichazul.
Me encantó tu blog. Te visitaré...
Besos... muchos
"Cuando termina el invierno/ las muchachas se hacen puras,/ regresan a la inocencia": el despertar de la primavera sempre hauria de ser així d'innocent. La "primavera de sang verda" que diu Olga Xirinacs.
La primavera es lo importante...
besos.
Gracias, Helena, por venir:
Un beso enorme
Tú lo has dicho, Meulen:
¿Qué haríamos sin la primavera?
Un beso
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