martes, 5 de abril de 2022

DICCIONARIOS DE LA BRUMA


La niebla de las calles es extraña

pero se va metiendo entre la ropa,

después te petrifica como losa

y te deja con frío, sin palabras.


Todo se va cayendo cada noche

entre los diccionarios de la bruma

y te inunda despacio con la lluvia

hasta desembocar en cualquier bosque.


Al comenzar la senda del ayer

el instinto se queda respirando

en el árbol azul de la magnolia.


Contemplo así una luna de papel

a través del cristal y de su vaho, 

en el reloj de un mundo sin memoria.



Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Chapeau. Qué agregar...?

Abrazo hasta allá.

Ana Muela Sopeña dijo...

Agradecida por tu visita, Carlos:

Un beso enorme

Albada Dos dijo...

Vamos adentrándonos en la niebla de lo que somos, sobre todo cuando la bruma nocturna nos agudiza los sentidos.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Qué bonito lo que dices.

Un beso enorme

Fackel dijo...

Se ve que tu poesía sirve también (te sirve) para salir de las brumas. Pero ya sabes, a una bruma sucede otra bruma y a esta...es lo que tiene la navegación, y más si es de altura.

Ana Muela Sopeña dijo...

Las brumas no terminan nunca. Las certezas dan paso a la incertidumbre