viernes, 22 de abril de 2022

LAS LÍRIDAS


La luz ensimismada, como el tiempo,

aparece en la noche sin excusas 

para soñar con nubes bien oscuras

y dar una visión del firmamento.


Las Líridas se ven fuera del miedo

en horizontes llenos de penumbra

abducidos por fuerzas de la luna

en lugares de sombra, sin reflejos.


Los meteoros saben de la herida

que los humanos portan en su sangre,

por eso caen despacio como lluvia.


Al recorrer las horas, las sibilas

destruyen con sus manos cualquier tanque

y regalan al mundo una petunia.



Ana Muela Sopeña 


Las Líridas: Lluvia de meteoros o de estrellas fugaces que se produce la noche del 22 de abril y la madrugada del 23 de abril cada año.

10 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Poesía que desasna además de fascinar, Ana. Estás encendida, amiga. Enhorabuena!!

Ana Muela Sopeña dijo...

Bueno... es un soneto fantasioso. La realidad es mala y yo quisiera que fuera diferente. En fin...

Gracias por venir
Un abrazo

Fackel dijo...

Aunque lo hubiera intentado no las habría visto. Pero tu soneto me las traído de alguna manera y me has hecho darme cuenta de los poco que sé. Por lo demás, me sorprendo de tus sonetos siempre.

Ana Muela Sopeña dijo...

Hay muchas lluvias de meteoros durante todo el año: "Las Perseidas", "Las Leónidas", "Las Cuadrántidas", "Las Líridas" son algunas de ellas. Hay todavía más...

Gracias por acercarte a este soneto

Un abrazo

Meulen dijo...

Hay que mirar arriba más seguido, sabemos se viene el grande...pero de eso poco o nada se habla y quizás sea para mejor...

Helena Bonals dijo...

No coneixia aquest fenòmen! Exactament el mateix dia sempre?
Sobre "destruyen con sus manos cualquier tanque/ y regalan al mundo una petunia": tant de bo!

Ana Muela Sopeña dijo...

Claro. Mirar al cielo es mejor que mirar la televisión.

Gracias
Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí. Siempre el mismo día.

Como las Perseidas el 13 de agosto.

Un beso grande, Helena

María Socorro Luis dijo...


Cada noche, tengo la costumbre de mirar el cielo un rato. Y casi siempre, hay, veo, algo que me sorprende. Un abrazo, Ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Suele pasar, Soco, sobre todo en los lugares en los que no hay contaminación lumínica.


Un beso enorme