domingo, 17 de abril de 2022

NIEBLA EN LA RÍA


La oscuridad se cierne sobre el agua,

apenas se perciben los contornos 

de edificios y árboles.


La niebla se ha adueñado del espacio

y del tiempo consagrado a lo litúrgico.


Se oyen las campanas

de la iglesia de enfrente.


El puente no se ve.

Ha quedado disuelto entre la bruma.


Se escuchan los motores de la noche

y el rumor de las olas,

prudentes, enigmáticas,

de la ría del Abra.


Un coche capturado por lo oculto

avanza sigiloso a su destino.


Es una niebla densa 

que parece que todo lo devora 

con sus negros tentáculos.


Los sonidos se van desvaneciendo 

con las farolas tenues.


Transeúntes deambulan por el muelle 

que imanta los misterios.


Veo perros que ladran a la luna.


Una chica hace footing

hacia la eternidad.


La niebla es como un monstruo

que desintegra todo con sus fauces.


Las luces se diluyen en la suave mixtura

de un aire abierto al mundo de la sombra.



Ana Muela Sopeña


14 comentarios:

Albada Dos dijo...

Los muelles, en la noche, gestando ilusiones y poemas.

Un abrazo

soco luis fernandez dijo...


... y nos hundimos en la niebla, buscando su magia y su misterio.

Muy feliz domingo, Ana.

Helena Bonals dijo...

La boira és misteriosa com el teu poema.

carlos perrotti dijo...

Tus crónicas nocturnas... Para enmarcar, todas y cada una.

Abrazo hasta allá, Poeta!!

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Albada, por venir:

Un beso grande

Ana Muela Sopeña dijo...

Desde luego que la niebla tiene magia y misterio, Soco:

Un beso enorme, amiga

Ana Muela Sopeña dijo...

Es muy bonita la palabra en catalán también: boira

Suena hermosa.

Mil gracias por venir

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre agradecida por transitar mis crónicas nocturnas, Carlos:

Un beso enorme

Fackel dijo...

La niebla sobre agua, sobre bosque o sobre calle siempre me pareció pura fascinación. Dejarte embargar por ella y andar tus pasos por el recorrido medido es una imagen que me resulta entrañable desde la infancia. Por supuesto, otra cosa es desafiarla con un vehículo en estos tiempos, algo que da apuro y no me transmite serenidad ni protección. Cómo cambia todo. Me lo ha sugerido tus versos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, Fackel, a mí también me parece fascinante la niebla.

Gracias por venir.

Un abrazo

Meulen dijo...

Las huellas de la noche...por aquí también la niebla se apodera de la vida cada atardecer.

Abrazos.

Ana Muela Sopeña dijo...

La niebla tiene su misterio, aunque a veces; si no se ve nada, amedrenta un poco.

Un beso grande

Teresa dijo...

Un poema precioso sobre la niebla. La niebla tan misteriosa. Besos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Teresa, por venir:

Un abrazo