La realidad se funde con el sueño
de la danza del fuego en el solsticio,
más allá del amor del precipicio
los amantes se embriagan con beleño.
A veces el instinto es ebriedad
abrazada al abismo de la noche,
para sentir el vértigo en un broche
que brilla atemporal en otra edad.
En crepúsculos, nubes de pasiones
encriptadas en cofres de obsidiana
para esbozar el arte en la penumbra.
Al alba un sortilegio de visiones
tejidas con el ámbar en la diana
que la belleza mágica vislumbra.
Ana Muela Sopeña
10 comentarios:
Un bonito soneto. Me gusto, la verdad.
Un abrazo
Muchas gracias, Albada, por venir:
Un beso grande
Eres artista iluminada de los sonetos, se agradece.
Yo dejé antes aquí un comment, de momento apareció, ahora no aparece.
Mis "felicitaciones" para la empresa Blogger por lo que sea que están haciendo o deshaciendo.
Hola, Fackel:
Muchas gracias por tus palabras.
Tu comentario, el sistema de Blogger lo había puesto en Spam. Ya lo he recuperado.
Un abrazo
El sistema Blogger últimamente hace cosas raras con los comentarios.
ANA,
Muy hermoso o teu poema!
Teus poemas invocam uma doce candura,
os sonhos amantes,
as vozes que trocam íntimos segredos...
a mesma doce e ardente sensualidade.
Besosss
Me alegra que te guste el poema, Albino. Es siempre un placer recibirte en mi espacio.
Muitos beijos
Impecable soneto, Ana, una vez más... fluyen a la perfección.
Abrazo sin sombrero.
Gracias, Carlos:
Me alegra que lo hayas disfrutado.
Un beso grande, amigo
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