Cuando la sombra nos invita a ser de fuego
nos adentramos en el mundo del azar
y respiramos por instinto como el mar
dentro del agua seducida por el juego.
Cuando la luz nos sobrecoge en la locura
la intimidad nos acompaña con su estigma
entonces todo se asemeja a un gran enigma
y la belleza ya no se hace tan oscura.
Cuando el crepúsculo es de gris piedra caliza
nos estremece con siluetas sin memoria
y nos encanta con visiones del pasado.
Cuando la aurora nos conjura e hipnotiza
un sortilegio que se esconde en otra historia
nos atempera con lo oculto abandonado.
Ana Muela Sopeña
6 comentarios:
Te animaste, un soneto magnífico. Por la luz.
Un abrazo
Agradezco tu paso por estos versos.
Un beso enorme
Un soneto escrito con maestría. Te felicito, Poeta!!
Gracias, Carlos:
Me alegra que te haya gustado este soneto tridecasílabo.
Un beso grande
Un poema fet de contraposicions entre llum i sombra, crepuscle i aurora. Sempre trobes bons motius per a la teva poesia!
Me gusta mucho que me leas, Helena:
Siempre encuentras algo novedoso en lo que escribo.
Mil gracias por venir
Un beso
Publicar un comentario