A Helena Bonals
Cada libro es un largo laberinto hacia los espejos de la magia. En cada biblioteca hay un misterio lleno de la materia de los astros, envuelto en la ilusión del renacer. Los libros se revelan en la noche como durmientes dignos de respeto. Esperan en su limbo al lector pasional que los despierte del letargo. Cuando un lector comienza la aventura de leer una obra, el reino de ese título concreto retorna a la vida y se acerca sin miedo a la realidad intransferible de la fantasía más voraz.
Ana Muela Sopeña
7 comentarios:
Suscribo cada palabra, cada emanación de tu prosa mágica... suscribo y agradezco que lograste ponerlo en palabras...
Abrazo, grande Poeta (la coma está bien puesta)
A los libros les depara una larga noche cuando nadie les despierta de su letargo.
Gracias, Carlos:
Es una alegría que te haya gustado.
Un beso
Así es, Fackel:
Un abrazo
Ana
Ho saps, oi, que treballo en una biblioteca? El tema del teu poema és molt encertat, amb la màgia dels teus versos de sempre!
Me alegra que te guste este poema en forma de prisa poética sobre los libros.
Un placer dedicártelo...
Un beso enorme, Helena
Prosa poética he querido decir...
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