Terpsícore nos habla con su danza
que inspira el gran momento de entereza
y genera anticuerpos sin bajeza
en la noche secreta, como alianza.
Es ella quien alienta la esperanza
de un futuro cargado de belleza
escondido entre arbustos y maleza,
eludiendo despacio la venganza.
Es en la oscuridad que la ceniza
oculta subrepticia el sentimiento
de todo lo perdido, abandonado.
La musa, cuando el frío paraliza,
nos invita a soñar el movimiento
y conseguir así el calor amado.
Ana Muela Sopeña
2 comentarios:
La danza es un movimiento en todas las direcciones, pero no alocadamente impulsadas. Metódica ella como tu poema.
Gracias...
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