Autora: Ellie Burgin
jueves, 27 de octubre de 2022
AL ALBA
La belleza del bosque
parece una visión
en mitad del otoño.
Los animales brincan sin temor
mientras el río fluye.
Una tormenta estalla
y la lluvia susurra
con gotas consagradas a presagios.
Un árbol olvidó los sortilegios,
habla desde el abismo del silencio.
Al alba
un pájaro contempla el horizonte.
Ana Muela Sopeña
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Á ALBA
A beleza do bosque
parece unha visión
en metade do outono.
Os animais brincan sen temor
mentres o río flúe.
Unha tormenta estala
e a choiva rumorea
con pingas consagradas a presaxios.
Unha árbore esqueceu os sortilegios,
fala desde o abismo do silencio.
Á alba
un paxaro contempla o horizonte.
Ana Muela Sopeña
domingo, 23 de octubre de 2022
APUNTES DE OCTUBRE
I
Un árbol calla.
Escucha los sonidos
del silencio del mundo.
II
La lluvia cae
en bancos solitarios
frente a una estatua.
III
Pasa la vida,
las jornadas se acortan.
Atardecer.
IV
Melancolía
en las ramas dispersas.
Unos columpios.
V
Horas que surgen
con preguntas de sombra.
La soledad.
VI
Farolas de agua,
llovizna entre la luz.
Tristeza suave.
VII
Un tíovivo,
caballitos de feria.
Los tenderetes.
Bisutería,
productos artesanos.
VIII
Llega el crepúsculo,
los barcos a lo lejos.
Evanescencia.
La tarde se diluye
entre las nubes ocres.
Ana Muela Sopeña
sábado, 22 de octubre de 2022
CUANDO ESTALLA LA TORMENTA
La luna está en su guarida
donde todo es de leyenda,
los gitanos con su cante
siempre abiertos a la tierra.
En la noche las campanas
ya no saben de belleza,
porque la muerte se ha hecho
dueña de toda la pena.
Cuando la sombra me invade
solo miro las estrellas,
para compartir el viento
y adorar a los planetas.
Todo es música de fuego
cuando estalla la tormenta,
más allá de los relámpagos
que huyen de la vereda.
Hay un lucero en el cielo
que sabe ser como arena
un secreto entre los sueños
y una balada de piedra.
Pero el verdadero enigma
yace oculto entre malezas,
más allá del precipicio
consagrado a las moreras.
Por el callejón del gato
avanza solo un poeta,
va desgarrado en el alma
con soledad en las venas.
Ha pactado con la luna
que le inspire los poemas
y le permita soñar
más allá de las proezas.
Ana Muela Sopeña
martes, 18 de octubre de 2022
DENTRO DEL QUÁNTUM
Soy espejo vacío de la muerte
donde todo parece ser de hielo,
en el lado en silencio de la sombra
que mira hacia la bruma de los sueños.
Me entretengo con nieblas y lloviznas
mientras viajo feliz por universos
y transmuto contenta las galaxias
dentro del quántum frío de los cielos.
Adoro la canción de lo que existe,
lo que respira amor lejos del miedo
y subyace en el rostro de la luz
alejado del mal, fuera del velo.
Intensifico el éter en el cosmos
y doblego fisuras de lo denso
con mis manos de lluvia, tierra y árboles,
para ser creadora como el fuego.
Soy la lente de un dios desconocido
que aboga por la paz en el sendero
que ama la sonrisa de los hombres
y busca ser el vórtice del verbo.
Ana Muela Sopeña
domingo, 16 de octubre de 2022
PRESAGIOS DE LAS NUBES
A veces me parece que la sombra me persigue en los parques, por la noche, y escapo sin mirar nunca hacia atrás, hasta llegar al punto de destino. Respiro quietamente sin reloj y atrapo en la distancia la belleza para poder amar sin artificios. Hay una noria azul en mis visiones que me recuerda siempre a mi infancia, cuando el tiempo sin tiempo nos brindaba unas horas dispersas, sin heridas. Busco en la voz profunda del mutismo las razones de todo lo que existe, para encontrar la esencia de las cosas. En los presagios blancos de las nubes no existen ya secretos ni conjuros para encontrar los códigos de arena.
Ana Muela Sopeña
lunes, 10 de octubre de 2022
HOJAS CAÍDAS
El otoño discurre ciegamente
a través de las horas, a su tiempo,
y todo se despoja con el viento
de lo que ya no sirve y nos trae muerte.
En mitad de los días nuestra mente
persigue sin cesar quitar los miedos
que aparecen en noches de desvelos
con los sueños anclados en la suerte.
Hay tardes que nos miran con sus hojas
caídas en aceras de abandono
e ilusiones perdidas en los charcos.
Después, en el crepúsculo, las cosas
ya no parecen nada hasta que pronto
se convierten despacio solo en vaho.
Ana Muela Sopeña
viernes, 7 de octubre de 2022
PÁRPADOS DE BRUMA
El animal nocturno
busca en el agua oscura su destino
para crear la luz,
abrazando la sombra.
Una mujer recuerda aquellos besos
en portales de niebla, en los suburbios.
Sus párpados de bruma contemplan en la noche
los árboles del hambre.
Las farolas de sueño
alumbran edificios escondidos
mientras el horizonte se hace nube.
Ana Muela Sopeña
miércoles, 5 de octubre de 2022
DANZABAS EN LA LUZ
A Carmen Pla
9-3-1961 / 3-9-2018
Habitas en las sombras ocultas en anáforas,
desde el espejo de la nada.
Te fuiste sigilosa,
inesperadamente,
en los últimos días del estío
de aquel año fatídico.
En el origen fuiste la palabra
hecha de mimbre azul.
Más tarde te adentraste
en sílabas de enigmas.
Compusiste metáforas de cielo
e imágenes poéticas de vértigo.
Te acercaste a la métrica
sin ser consciente de ello.
Danzabas en la luz de las ideas,
en alejandrinos misteriosos
perdidos en esquinas
de una ciudad abierta al sueño lúcido.
Te columpiaste en nidos de gorriones
cerca de las compuertas del Edén.
Cuando todo parecía ser de agua
te marchaste serena
a otra dimensión de la experiencia.
Desde allí nos observas y sonríes
en tu estrella de quarks...
Ana Muela Sopeña
lunes, 3 de octubre de 2022
APUNTES DE SEPTIEMBRE
I
Palabras dulces
en tu libro de mundos.
Belleza antigua.
Los versos de la infancia
consagrados al alba.
II
Respiración
en la lluvia serena.
Todo es efímero.
La belleza del orbe,
el dolor del abismo.
III
Miro el paisaje,
la luna entre los árboles.
Melancolía.
IV
En la sombra los muertos
tejen y destejen
los hologramas del silencio.
V
Palabras suaves,
libertad sin cadenas.
Respiración.
VI
Dulce la melodía de las nubes
en horizontes llenos de presagios.
VII
Los pájaros de lluvia se entretienen
posados en los cables de la luz.
Como notas de música
crean su partitura singular.
Ana Muela Sopeña
RESILIENCIA
A veces la realidad supera a la ficción y las sombras inundan el camino. Parece que no se puede salir. Las puertas están cerradas, las ventanas no se abren, las luces no se encienden. Pero de pronto, en un chasquido de dedos, todo vuelve a latir con el ritmo que le es propio. Y descubrimos que lo infernal es una alucinación, un delirio. Que lo real es respirar y volverse a levantar. Para volar ligeros. Para caminar sin lastre. Para mirar sin límites. Para ascender sin vértigo por la escalera de la vida y seguir soñando, creando y amando.
Ana Muela Sopeña