miércoles, 5 de octubre de 2022

DANZABAS EN LA LUZ

 A Carmen Pla


9-3-1961 / 3-9-2018


Habitas en las sombras ocultas en anáforas,

desde el espejo de la nada.


Te fuiste sigilosa,

inesperadamente,

en los últimos días del estío

de aquel año fatídico.


En el origen fuiste la palabra

hecha de mimbre azul.


Más tarde te adentraste

en sílabas de enigmas.


Compusiste metáforas de cielo

e imágenes poéticas de vértigo.


Te acercaste a la métrica

sin ser consciente de ello.


Danzabas en la luz de las  ideas,

en alejandrinos misteriosos

perdidos en esquinas

de una ciudad abierta al sueño lúcido.


Te columpiaste en nidos de gorriones

cerca de las compuertas del Edén.


Cuando todo parecía ser de agua

te marchaste serena

a otra dimensión de la experiencia.


Desde allí nos observas y sonríes

en tu estrella de quarks...



Ana Muela Sopeña

20 comentarios:

Fackel dijo...

Este poema es un astro, yo lo enmarcaría en un imaginado poemario del Universo (si quieres, algo más cercano, la galaxia, por ejemplo) ¿Recordarán los astros a los que estuvieron como saben evocar tan intensamente los poemas?

Ana Muela Sopeña dijo...

No lo sé, pero tengo tendencia a pensar que los muertos habitan en estrellas, agujeros negros, galaxias, nebulosas... y desde allí nos miran.

A.S. dijo...

ANA,
Viver, tem de ser cada vez mais uma ousadia!
Ousar tudo quanto nos levar e compreender, experimentar, sentir!
Ousar em todos os parâmetros da vida, para que viver seja cada vez mais uma maravilhosa aventura!

Muitos beijos

soco luis fernandez dijo...



Tengo tu misma tendencia, Ana: pensar que los muertos nos miran, desde estrellas errantes...

Grande y bello tu poema. Mil besos, siempre.

Ana Muela Sopeña dijo...

Mil gracias, Albino, por venir:

Tienes razón. La vida es una aventura.

Un beso grande

Ana Muela Sopeña dijo...

En las estrellas se tiene que estar bien tras esta vida terrestre...

Un beso grande, Soco

Tatiana Aguilera dijo...

¿En qué lugar habitan las almas de los que partieron?, un misterio. A veces pienso que transitan muy cerca, en una dimensión paralela. Otras, imagino una estrella para cada espíritu. La certeza, la tendremos todos algún día.
Bello y sentido poema Ana.

Besos

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Tatiana, todo son conjeturas, pero por intentarlo que no quede.

Un beso grande

Fackel dijo...

Debo tener una estrella errante en mi cerebro, porque es ahí donde me hablan (o creo que me hablan) Qué raro. O qué curioso, según se mire.

Joaquín Galán dijo...

Precioso y sentido homenaje póstumo. Tus palabras muestran admiración y cariño hacia esta poeta de la luz que se fue pronto. Desde allí,seguro que te lee y sonríe.
Abrazos Maite.

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí... tienes una estrella errante en tu cerebro, Fackel. Es indudable.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Joaquín:

Esta poeta murió con 57 años de modo inesperado. De un infarto de miocardio repentino.

Una gran pérdida.

Agradezco tus palabras
Un abrazo

carlos perrotti dijo...

Extraordinario homenaje. No conocía a esta Poeta. Estoy ahora mismo leyendo algo de ella, también extraordinario, como tu poema.

Abrazo admirado, Ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Carlos:

Sí, Carmen Pla escribía muy bien.

Un fuerte abrazo

Ana dijo...

Me conmueve que pese al dolor por la pérdida, haya tanto amor en tu dedicatoria, y esperanza, es una poesía muy hermosa.

Un abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Ana:

Es siempre un mazazo perder a alguien que quieres y admiras. En este caso, Carmen Pla y yo éramos compañeras de un foro poético.

Un abrazo
Gracias por venir

Meulen dijo...

Alguien que dejó honda huella, su paso no fue en vano...
me recuerdo a una bloguera que se fue inesperadamente , era mi amiga desde que empecé a publicar aqui por el 2009...TECLA era su apodo y un día publicó y al otro día casi nos avisan que se había ido...miestriosamente a veces nos visita en nuestro blog, dejando huella de su paso sin decir palabra...misterio...

Besos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Hola, Meulen:

Pues sí que es misterioso lo que me cuentas, la verdad.

Carmen no aparecía por el foro en el que ambas participábamos. La llamé y me dijo que había sido expulsada. Días más tarde llamé de nuevo y no cogió ella el teléfono sino su marido. Me dijo que había muerto repentinamente de un infarto de miocardio. Me quedé de piedra. Sólo tenía 57 años.

Así fue...

Un beso

Helena Bonals dijo...

"Te acercaste a la métrica/ sin ser consciente de ello": d'això serveix haver estudiat fonètica a la carrera, assignatura que jo detestava, i m'ha servit moltíssim a la llarga.

Ana Muela Sopeña dijo...

La métrica siempre sirve, aunque hay poetas que tienen alergia a la métrica.