El animal nocturno
busca en el agua oscura su destino
para crear la luz,
abrazando la sombra.
Una mujer recuerda aquellos besos
en portales de niebla, en los suburbios.
Sus párpados de bruma contemplan en la noche
los árboles del hambre.
Las farolas de sueño
alumbran edificios escondidos
mientras el horizonte se hace nube.
Ana Muela Sopeña
14 comentarios:
Mientras leía el poema sentía que estaba ingresando a una realidad paralela. Allí estaba el animal, la mujer y las farolas. Todo se difuminaba en una noche cargada de bruma.
Como siempre, notable Ana
Besos poetisa
Efectivamente, es una realidad paralela. Un mundo dentro de otro mundo donde todo puede suceder...
Gracias, Tatiana, por venir...
Besos
Esa atracción que sientes hacia todo lo brumoso, nebuloso, casi oscuro...Pero quién no la tiene, en mayor o menor medida.
Me gustan esos espacios paralelos, casi oníricos, que están dentro de esta realidad. Parecen puertas a otra dimensión de la experiencia.
ANA,
Tu poema es muy hermoso!
Cuando abrazas la sombra y creas la luz, ¡todo en ti es fuego!
Este fuego que enciende las lámparas de los sueños, crea portales de niebla y convierte el horizonte en una nube...
¡Muchos besos!
Gracias, Albino:
Tus palabras sobre este poema son muy inspiradas.
Un beso enorme
Me atrapó la descripción del ambiente.Ese claroscuro mezcla de bruma,niebla y sombras con besos es ideal para hacer volar la imaginación.Me encantó.
Abrazos
Gracias, Joaquín, por tus palabras.
Un abrazo
A mi me supo a mucha soledad y abandono...
Te dejo un abrazo...
Es un poema de ausencia...
Gracias, Meulen
Besos
Tu nostálgica voz poética atascada en la ausencia se libera... Bellísimo, Ana.
El final s'escau molt a la imatge que poses. Bona inspiració!
Carlos, me alegra que te guste.
Un beso
Agradezco mucho tus palabras:
Un beso enorme, Helena
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