domingo, 16 de octubre de 2022

PRESAGIOS DE LAS NUBES


A veces me parece que la sombra me persigue en los parques, por la noche, y escapo sin mirar nunca hacia atrás, hasta llegar al punto de destino. Respiro quietamente sin reloj y atrapo en la distancia la belleza para poder amar sin artificios. Hay una noria azul en mis visiones que me recuerda siempre a mi infancia, cuando el tiempo sin tiempo nos brindaba unas horas dispersas, sin heridas. Busco en la voz profunda del mutismo las razones de todo lo que existe, para encontrar la esencia de las cosas. En los presagios blancos de las nubes no existen ya secretos ni conjuros para encontrar los códigos de arena.



Ana Muela Sopeña

14 comentarios:

Fackel dijo...

Llevamos la sombra pegada a la piel; se suele decir; la noche lo prueba; en las horas diurnas la sombra es equívoca; en las horas diurnas la sombra solo dibuja los límites de un volumen, la geometría de una posición; no son sombras que sepan de lo que se puebla de claroscuros dentro de nosotros; las sombras nocturnas combaten con las imágenes de nuestra mente; se rinden a los sueños para poseerlos.

Ana dijo...

Yo siempre ando buscando la luz, el conocimiento de algo que mis sombras se empeñan en tapar, pero sé que esta ahí y puede darle sentido a todo.
Un abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Hola, Fackel:

La sombra exterior e interior nos persigue. Y yo busco la luz, pero la sombra me pisa los talones.

Un beso y gracias por venir...

Ana Muela Sopeña dijo...

Muy bellas tus palabras, Ana:

Somos una especie de aleación entre luces y sombras.

Un abrazo y un beso

Meulen dijo...

Es obvio que a quien vaya por buscar la verdadera luz, lo persiga la sombra...más es donde podemos encontrar mayor entereza para no retroceder, no asustarse y no dejarse atropellar...el amor divino siempre está en nosotros.Abrazos.

Tatiana Aguilera dijo...

Me temo que es nuestro eterno destino, esa dualidad de todo, de transitar entre las luces de la mano de las sombras, de caminar con los abiertos pero ciegos ante lo que ha de ocurrir. Por esa razón amo tanto la pintura, nos enseña que las luces y las sombras siempre van de la mano. No podemos concebir belleza ni creación sin ambos elementos. Pienso que en el ser humano es algo parecido, de alguna forma, necesita de su oscuridad para equilibrar un exceso de luz.
Un gran abrazo Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Como el yin y el yang. Así la proporción entre luces y sombras en la naturaleza y en nuestra psique.

Un beso, Tatiana

A.S. dijo...

ANA,
¡Tu texto es tan hermoso!
Las nubes siempre están llenas de presagios.
Sus formas se moldean en el espacio, expresando no solo lo que ven los ojos, sino sobre todo lo que siente el corazón!

Muchos besos

Ana Muela Sopeña dijo...

Es verdad, Albino:

Nosotros vemos formas en las nubes según nuestros estados de ánimo también.

Gracias por venir y brindarme tus palabras.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Meulen, por tu precioso comentario. Tu comentario había ido a Spam. Hoy li he rescatado.

Un beso muy grande

Laura dijo...

LOS COLORES DE UNA SOMBRA

A veces tengo la sensación de que alguien me sigue.
Siempre me quedo con la sensación de que nadie me alcanza.

Besos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Curiosa sensación, Laura:

Un beso

Helena Bonals dijo...

Em quedo amb " mi infancia, cuando el tiempo sin tiempo nos brindaba unas horas dispersas, sin heridas".

Ana Muela Sopeña dijo...

Ese fragmento es el centro del texto. Todo gira alrededor de ese "tiempo sin tiempo".

Un beso, Helena...