En la sombra descansas
mientras las calles visten de penumbra
y buscan una luz evanescente
atrapada en el centro del silencio.
Un animal nocturno
contempla los recuerdos
en aceras perdidas.
El olvido en la bruma
conforma otro pasado en el secreto...
con memorias que saben de la lluvia,
dejando en el asfalto besos de agua...
Ana Muela Sopeña
16 comentarios:
Esas aceras perdidas nos regalan musas en la pluma.
Un abrazo
Un poema evanescente, casi etéreo. la luz y la penumbra siguen siendo compañeras de sueños.
Un placer, Ana. Y un abrazo.
Los recuerdos siempre permanecen en el alma. No existe forma de erradicarlos, solo hay que aprender a vivir con sus sombras.
Abrazos Ana
Tienes razòn, Albada. A por esas musas...
Un beso
Gracias por venir, Joaquín:
Me gustan los paisajes evanescente.
Un beso
Aprender a vivir con sus sombras. No es fácil...
Un beso enorme, Tatiana
Lindo poema, entre recuerdos y agua.
Un abrazo
Gracias, Albada:
Besos... muchos...
... y esa lluvia insistente, siempre, con ganas de besar...
Mas besos, Ana.
Que maco això de "con memorias que saben de la lluvia,/ dejando en el asfalto besos de agua..."! Seria com un oxímoron entre la poesia de la pluja i la prosa de l'asfalt.
Gracias, Soco, por venir:
Un beso enorme
Qué bueno lo que dices del Oxímoron. Sí... es algo así.
Besos a montones, Helena...
Muy hermoso tu poema Ana!
Sombra. Penumbra. Luz. Silencio....
...con recuerdos que saben a lluvia,
dejando sobre el asfalto besos de agua...
Hay lugares mágicos que nos gustan porque nos llaman al amor...
Muitos beijos!
Mil gracias, Albino, por tus palabras tan gratas.
Es siempre un placer encontrar te en mi ventana.
Muitos beijos
Sombra y calles de penumbra, animal nocturno, olvido en la bruma...
Gracias por venir, Fackel:
Siempre es un placer tu visita.
Un abrazo
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