Las diosas madres caminan
por el centro del volcán
y recuerdan el instinto
de lo salvaje del fuego.
Saben que todo es semilla
en el intento del mundo.
Las diosas madres imitan
las figuras de las nubes,
se aparecen a los niños
en el sueño de los bosques.
Conocen claves de oro
y contraseñas de piedra.
Las diosas madres bucean
en las aguas de los lagos,
conversan con arrecifes
en los mares de coral.
Saben de seres marinos
que mantienen la frecuencia.
Las diosas madres se abrazan
a los troncos de los árboles.
Atesoran el silencio,
las esculturas de nieve.
Imaginan la belleza
que habita dentro del tiempo.
Ana Muela Sopeña
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12 comentarios:
Así es. Soy madre. Y conozco a mi madre. Y a la madre de mi madre. Y a tantas y tantas madres. Y así es. Lo siento así y lo sé. Abrazo.
Muchas gracias, Índigo Horizonte. Es un placer recibir tu grata visita.
Un abrazo
Tal vez todos tenemos una diosa madre imaginaria, basada en otra más cercana y real, que llevamos con nosotros hasta el final.
Puede ser... los arquetipos del inconsciente colectivo nacen de realidades cercanas.
Gracias por venir...
Magnífico poema, Ana👏👏👏 Diosas Madres y Seres de Luz, habitan dimensiones y espacios ingrávidos, accesibles a humanos con dones privilegiados. Se comunican a través de la naturaleza o en los sueños. Siempre lo he presentido.
Tu poesía, ha estremecido mi corazón.
"Saben que todo es semilla/en el intento del mundo."
Semilla elevada al infinito, transformadas en fractales, células, neuronas etc..
Un besazo amiga poeta 🤗🌹
Gracias, Ceciely, por tus palabras tan efusivas:
Es muy grato saber que te han llegado estos versos.
Un beso grande
Milbesos, Ana.
Por la Pachamama. Diosamadre, Diosatierra.
Muchos besos también para ti, Soco:
Gracias por venir...
Feliz de leerte otra vez, Ana, con tan mágico profundo poema.
Abrazo hasta vos.
Gracias, Carlos:
Es un placer recibirte en mi espacio.
Un fuerte abrazo, amigo
Per terra, mar i aire, el teu poema!
Que bé que hi tornis!
Muchas gracias, Helena:
Al final, a pesar del cansancio tan grande por cuidar a mi madre de 97 años han vuelto las fuerzas para escribir... y aquí estoy. Con ganas de compartir en mi blog y visitar los blogs amigos.
Un beso grande
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