domingo, 24 de septiembre de 2023

TAHÚR


El impacto de todo lo que fue

me mata respirando 

entre helechos y algas.


Eres como una roca

sin corazón ni ojos en la piel.


Me pregunto por qué eres tan frío

y no encuentro respuesta.

Solo sé 

que vives 

sin centrarte en nadie más.


Eres un egocéntrico tahúr

que baila sin pensar 

en lo que pisa

o arrastra sin la culpa hacia el abismo.


Ahora, ir despacio caminando

hacia los precipicios de la sangre.

Extraer del encanto otra pasión.


Deslizarme sin tiempo por el borde

de un tobogán adicto a las locuras

de un bumerán sediento de experiencias

ancladas en columpios de la infancia.


La tormenta  de un mundo sin aristas

me convirtió en tu cómplice.


Ya solo queda ser de agua

y disolver mi herida en tu nostalgia

hasta que me devuelvas mi alma libre.



Ana Muela Sopeña

8 comentarios:

Fackel dijo...

Suena a lamento; terribles me parecieron siempre los poemas de lamento. Y mira que son, o parecen, sentidos y casi hasta razonables. Claro que de ello solo sus autores saben.

Ana Muela Sopeña dijo...

El yo lírico se pone en situación de desamor de un tahúr.

"El poeta es un fingidor" Fernando Pessoa.

Gracias por venir

batalla de papel dijo...

Tanto tiempo sin visitar tu casa virtual.
Leerte me conmueve y me abre el apetito por la poesía.
Gracias Ana

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, María:

Es un placer verte por mi espacio.

Un beso grande

Helena Bonals dijo...

Que colpidor aquest poema! El títol ho diria tot, es tractaria d'algú que juga amb els altres.
"Eres como una roca/ sin corazón ni ojos en la piel": però tu sí que en tens!

Ana Muela Sopeña dijo...

El tahúr juega al póker con cartas, pero también puede jugar al póker con personas, efectivamente...

Gracias por venir

Ceciely dijo...

Qué buen poema, Ana! Bien resumida una historia que bien podría ser la de muchísim@s.
Hay un tahúr bajo mi mirada.
Abrazo grande...comienzo a resucitar poco a poco.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias por tu visita, Ceciely:

Un beso enorme