Peter Pan se revuelve en su guarida
con los textos de Sade y con los códigos
para seguir volando aunque ello duela.
La sombra silenciosa de la noche
se revuelca en las lápidas
de aquellos que se fueron
sin poder despedirse...
Peter Pan no quería ser de hielo
pero el miedo voraz lo poseyó.
La muerte le seguía
en el hospital del gran terror
y jugaron al póquer
hasta apostar la casa y la vergüenza...
Peter es solo un hombre
que busca sin cesar la luz del alba.
Pan muestra ante las dríades
sus talentos innatos.
El sueño de la rosa
se marchitó
por tanto corticoide.
Peter Pan solo vuela
por las 79 lunas del dios Júpiter
para poder soñar...
Ana Muela Sopeña
4 comentarios:
Oh, pues qué poema rompedor.
Muy original. No me gustan los Peter Pan reales, pero sí el inventado
Un abrazo
Gracias...
Te dejo un fuerte abrazo
Es que el Peter Pan del ciento puede ser simpático, pero los Peter Pan de la vida Real son verdaderamente detestables..
Un abrazo, Albada
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