martes, 29 de diciembre de 2015


SENTIRNOS SIMPLEMENTE

*
Las calles con la lluvia me recuerdan
a tu cuerpo transido por la bruma
y tu piel que me añora a cada instante
en mitad del invierno despistado.

Deambulo por aceras con el viento
y se alumbran tus ojos sumergidos
en la melancolía de la noche
al tiempo que batallas con la niebla.

No olvido tus palabras y susurros
atrapados en sombras de la urbe
y mi imagen danzando en tu sonrisa.

Espero tu contacto subterráneo
sin heridas ni verbos de reproche,
sentirnos simplemente por placer.


Ana Muela Sopeña

domingo, 27 de diciembre de 2015


CONTRASTES NAVIDEÑOS

*
El amor en las calles con sus luces
mientras los niños van como volando
en medio de los árboles, guirnaldas,
villancicos de ahora y de siempre.


Mendigos en esquinas
pidiendo sin futuro.
Transeúntes que pasan sin mirar
al tiempo que revisan
su lista de la compra...


Reuniones con unos y con otros,
la familia, parientes, los amigos.
El calor compartido
con la calefacción siempre encendida.


En el silencio lágrimas de fuego
recordando despacio
a aquellos que se fueron.
Los que nunca estarán en nuestro brindis.


La mirada de sueño de un bebé
y una niña
absorta con pupilas de inocencia
frente al escaparate bullicioso
de una juguetería iluminada.


El desamor que duele, la tristeza.
Los enfermos en cama, desahuciados,
terminales que pronto marcharán...


Las recetas antiguas
como nieve que llega en la montaña,
el sabor de la infancia, la compota,
el turrón, mazapanes, polvorones,
el besugo, cordero, el chocolate,
las frutas escarchadas y los postres.


Las colas en los bancos de alimentos,
las familias que ya casi no existen,
las bolsas de comida
donde las proteínas no se ven.


Los regalos: perfumes y abalorios,
los libros y los vídeos, las consolas,
smartphones, abrigos, complementos,
los viajes, las tarjetas y los bolsos,
cosméticos, adornos, las mascotas.


Los parados que buscan y no encuentran,
el intento de ser en almacenes
necesarios en los días del bullicio.
Aunque ya no contratan personal.
Los de siempre trabajan horas extras
y cansados
se enfrentan a la cuesta
de enero, nuevo año, más estrés...


La utopía que nace y se disuelve
en los días de fiesta y en las noches
donde somos de nuevo
humanos egoístas y narcisos.


El equilibrio extraño:
que nos permita ser más altruistas
sin olvidar lo nuestro,
tradiciones.


La tristeza de todos los que solos
necesitan volver a los inicios
cuando la vida era una ilusión.


La alegría del árbol y el acebo,
las felicitaciones, el humor...
el cava compartido y la sonrisa...


Desahuciados
que buscan
en sus cosas
sensaciones de antes del desastre.


Mientras el mundo gira como noria
sin mirar a los nadies.
Eludiendo sus rostros sin un norte.


Y la necesidad de renunciar
a engordar para luego adelgazar,
habiendo tanta gente
que busca el alimento
en los contenedores de basura.


Felices navidades en el sueño


o una quincena extraña
por los fríos contrastes de la nada
con la sobreabundancia de lo frívolo.


Ana Muela Sopeña



miércoles, 23 de diciembre de 2015


POR EL ABISMO

*
Todo lo que hace tiempo
cayó por el abismo de la luna
parece una utopía, una ficción de niebla.

A veces el futuro
se asemeja a una pompa de jabón
en medio del desierto y de la herida.

Deambulamos con frío por la ruta
más allá de los márgenes
que el destino demarca con desidia.

Nos cubrimos con prendas
mientras la nieve cae
en la ciudad de sombra.

Cuando los gritos nos sorprenden
la vida es similar
a una batería de preguntas.

Todo lo que firmamos
al entrar en el pacto
de red trasnacional
nos entrampó hasta el Euro Stoxx 50,
hasta el mito desnudo de la muerte,
hasta la destrucción de la leyenda
que soñaba tranquila
en un cofre de ámbar.

Todo lo que nos late
en el interior del corazón
es un anfibio enorme
que no tiene certeza
o un reptil perdido
en la bruma de un mundo despiadado.

Deconstrucción del hombre y el sonido,
un trayecto hacia nada, nunca, nadie,
el éter dominado por las cifras.

Todo lo que hace tiempo
se doblegó en crepúsculos de sol
debe volver a ser obra incesante,
para evitar que el reino
sufra devastación
por parte del espíritu diabólico.

Y la bestia que habita
en los números negros de tecnócratas
llegará a ser tan sólo
estadística neutra,
resultado letal
de insensibles efectos
colaterales.


Ana Muela Sopeña

domingo, 29 de noviembre de 2015


TU BOCA ES UNA FRUTA TROPICAL

*
Tu boca es una fruta tropical
que me gusta en la noche percibir
a través de las horas de placer
cuando el tiempo se abisma en nuestros cuerpos.

Tu piel es territorio clandestino
que me permite siempre ser tu sombra
en medio del sonido primigenio,
cuando los alfabetos de la luz
se convierten en claves enigmáticas.

Tus ojos me recuerdan
en visiones urbanas, con la lluvia,
mientras los coches pasan por las calles
y un autobús nocturno nos observa.

Mis labios son refugio de tus miedos,
en ellos te reflejas cada día
y sabes que te sienten
en la suavidad de los relámpagos.

Mis manos te acarician sin relojes
más allá de los límites del vértigo,
en mitad del camino de la luna.

Mis párpados se cierran
cuando tú me susurras
palabras insinuantes
y me llevas a espacios sin un nombre
donde los asteroides son fantasmas.


Ana Muela Sopeña

sábado, 28 de noviembre de 2015


ACERAS VACÍAS

*
En medio de la sombra
la noche se presenta traicionera
como animal que huye de la muerte
y un híbrido de luz en la conciencia.
La lluvia sabe ser compañera en las calles
y un frío sumergido en el silencio
se adhiere con la niebla
a la piel de los sueños.
Las plazas enigmáticas
permiten la presencia de farolas
en aceras vacías.

La oscuridad se siente
bajo las marquesinas de autobús
y en los rostros cansados de transeúntes
que buscan el mutismo entre los charcos.
La humedad del otoño nos cala hasta los huesos
y el pensamiento viaja por la urbe
mientras el tiempo vuela
hacia estrellas distantes.
Los bancos en la bruma
nos ofrecen refugio sin sobornos
más allá del olvido.

Y una iglesia lejana
toca su carillón imperturbable
a través de los siglos, sin sorpresas,
para avisar con música del hálito.
Las voces de los niños que juegan en jardines
se asemejan a risas del subsueño
que llaman al presente
mientras cae la llovizna.
Edificios alados
presiden la ciudad con su lenguaje
de vocablos ocultos.

Semáforos sin pánico
habitan en los barrios de suburbios
para enhebrar con hilos de misterio
las horas sepultadas por imágenes.
Escaparates llenos de artículos inútiles
acallan nuestra soledad más frágil
con símbolos felices
que se alojan sin rumbo
en las claves y códigos
de nuestra sociedad más arquetípica,
buscando el paraíso.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 25 de noviembre de 2015


NI UNA MÁS

*
Recordando a Teresa, la primera mujer que fue asesinada por violencia
de género en el año 2015, en España



Teresa sucumbió
a golpes por el hierro.
Encontró su final sin esperarlo
en la sombra dormida
de una separación nunca aceptada.
En el árbol repudiado
de la muerte
el final del calvario.

Laberinto existencial
sólo por intentar ser ella misma.
Una red de palabras insultantes
en medio de sus sueños,
pesadillas.
Su cuerpo destrozado por los golpes,
moratones de niebla.
Una paliza extraña
inaugurando tristemente
la lista de mujeres
asesinadas en el año dos mil quince.

Teresa fue dolor,
hemorragia de mundos escondidos
la incomprensión,
el grito primigenio.

Un manto oscuro y triste
nos hace recordarla
en el desierto de la voz.

Teresa fue una víctima
y su pánico puro se quedó
resonando para siempre
en la habitación
más despiadada.


Ana Muela Sopeña

domingo, 22 de noviembre de 2015


EN LAS VISIONES

*
A Carmen López

La vida es un torrente de emociones
envueltas en un cofre de cristal
que pugnan por llegar a lo abisal
y transformar lo gris en mil pasiones.

A veces hay un tiempo de bombones,
pero también hay horas en que el mal
te arrastra hacia lugares del umbral
donde todo se abisma en las visiones.

La historia nos enseña que el olvido
es una nota extraña y necesaria
para poder seguir siendo de fuego.

Por ello es importante que el sonido
transforme los naufragios en plegaria
y la fuerza vital retorne al juego.


Ana Muela Sopeña

MIENTRAS LLUEVE EN LAS CALLES

*
A través de las horas te contemplo
frente a un espejo azul.
En la sombra te sueño y no te olvido
mientras llueve en las calles.
Un conjuro de niebla
es el futuro,
la esencia de la llama que nos une.
Las calles solitarias
se parecen de noche a nuestros cuerpos
que habitan en el frío.
Edificios de bruma nos observan
al tiempo que escuchamos
las gotas que golpean el asfalto.
La oscuridad rodea nuestra piel
en el umbral de lo invisible.


Ana Muela Sopeña

sábado, 21 de noviembre de 2015


DE IMPROVISO

*
Una luz de improviso
provoca la incerteza del hombre de los hielos
que humillado se esconde
en fisuras del tiempo soñador.

El cree que el "no poder"
es una lacra,
un castigo del cielo,
una venganza.

De pronto halla en la sombra
el camino ritual hacia el amor,
un sendero de niebla matutina,
el devenir eterno del ocaso.

Y puede percibir en su cuerpo de luz
la belleza del mundo y de la sal
derramando lo fértil
en una gruta abierta a los deseos.

Él no puede gozar la unión perfecta,
sólo puede sentir
la unión entrelazada con el hambre.

Un fulgor en la noche
le conecta
a la matriz de fuego.


Ana Muela Sopeña

martes, 17 de noviembre de 2015


LLANTO POR BEIRUT

*
A las víctimas del 12-N


Los muertos nos escuchan en sus tumbas
y nos piden que oremos por la paz.

Somos la unión del mundo
en nuestra luz.

Entonamos plegarias
por la hermandad de hombres y mujeres.

El atentado de Beirut
nos sume en el dolor más infinito.

Sabemos de memorias
que acaparan el árbol de la sombra:
los muertos nos escuchan.

El Líbano se viste de luto riguroso,
el mundo se conecta
y solloza por todas las víctimas...


Ana Muela Sopeña

sábado, 14 de noviembre de 2015


UN MINUTO DE SILENCIO

*
A las víctimas del 13-N


Ni dioses ni demonios, no hay excusas
para masacrar a otros humanos.
El trece de noviembre
del año dos mil quince
un polvorín de miedo se hizo lágrima
en la ciudad amada de la luz.

El terror fue la sombra
y dominó el reloj de la desdicha.

Tantas vidas segadas...
relámpagos de pánico en el mundo.

Desde otro reino oculto
las víctimas contemplan este caos
y piden quietamente por la paz.

Aquí, desde este lado,
guardaremos los nombres
en la memoria de los días.

Una fecha de luto
para recordar entre sollozos
lo que nunca debió suceder.

En medio de la pérdida:
las flores, las ofrendas, las plegarias
y...
un minuto de silencio
como el fuego infinito del dolor...


Ana Muela Sopeña




*****


UNE MINUTE DE SILENCE

Aux victimes du 13-N

Ni dieux ni démons… pas d’excuses
pour massacrer des êtres humains.
Le treize novembre
de l’an deux mille quinze,
une poudrière de peur devenait larme,
dans la ville aimée de la lumière.

La terreur fut l’ombre.
Et il domina l’horloge du malheur.
Que de vies fauchées!
Des éclairs de panique sur le monde.


D’un autre règne caché,
les victimes contemplent ce chaos,
et prient quiètement pour la paix.
Ici, de ce côté,
nous garderons les noms
dans la mémoire des jours.

Un jour de deuil
à fin de retenir, entre des larmes,
ce qui ne aurait dû jamais se passer.
 
Dans la perte:
Des fleurs, des hommages, des prières
et…
Une minute de silence.
Tel le feu de la douleur qui ne cesse…


Ana Muela Sopeña- España
Traducción al francés: Susana Gómez Cacho


TIERRA DE HIELO

*
Tierra de hielo
en tu alma desnuda.
Desolación.


Ana Muela Sopeña

EN TU MIRADA

*
Contemplo en tu mirada
los acantilados de los sueños,
mientras un lobo blanco
se adentra muy despacio en laberintos.


Ana Muela Sopeña

MI CORAZÓN

*
Mi corazón te acoge como un lobo
en la cueva que habito para ti.


Ana Muela Sopeña

TU CUERPO AMADO

*
Tu cuerpo amado
se pierde entre mi sombra.
Huesos de arena.


Ana Muela Sopeña

viernes, 13 de noviembre de 2015


NUESTRAS HUELLAS

*
Las calles solitarias
presencian nuestras sombras
más allá de los sueños clandestinos.
Las nubes saben siempre de secretos
ocultos en las horas de la noche.
Nuestras huellas olvidan el silencio
y escriben jeroglíficos de agua.
A veces una luna en la distancia
nos contempla con lágrimas de exilio.
En la ciudad desnuda
se doblan los espejos de la luz.


Ana Muela Sopeña

VEO PÁJAROS

*
Veo pájaros blancos
que vienen con sus sueños de belleza
a socorrerme fuera de contexto.


Ana Muela Sopeña

ME PREGUNTO

*
.....A veces me pregunto si mi vida es tan sólo una pompa de jabón que flota en el ambiente, sin meta ni objetivo, en medio de tormentas interiores.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 11 de noviembre de 2015


INFINITUD

*
A Eduardo Apodaca

El tiempo pasa.
Tu memoria grabó
la infinitud.


Ana Muela Sopeña

SUSURROS EN LA NOCHE

*
A Mónika Nude

Susurros en la noche
a través de palabras habitadas
en lo oculto que vive entre la piel.

Aderezos de mundos invisibles,
intimismo en los nombres
que se esconden sin pánico
en fisuras de niebla y de memorias
vestidas con la voz de la ciudad.

Los cuerpos se mantienen expectantes
más allá de la escarcha,
en lugares vacíos y desnudos.

Sonidos del espacio
en una melodía de otro tiempo
que busca la belleza sumergida
en mitad del milagro de estar vivos.


Ana Muela Sopeña

viernes, 6 de noviembre de 2015


HAZME TU SOMBRA

*
I
Me gusta que me llames en la noche
y me susurres cosas al oído
con tu voz de mandrágora.

II
Sobre la luna negra
alcanzo la matriz de la ilusión
en la luz de los sueños.

III
Belleza suave
en la sombra del mundo.
Visión de lunas.

IV
Renazco cada día en tu sonrisa
al tiempo que me inquieto
cuando miro tu sombra
disolviéndose.

V
Un pájaro de luz
canta en la rama,
en horas de belleza sumergida
en tus labios de escarcha.

VI
Voy caminando
con relámpagos ebrios de presagios
y tú me miras.

VII
Tu cuerpo se ha prendado de mi piel
y mis párpados buscan tu presencia.
Todo lo que nos une
es sólo instinto.

VIII
Nuestro amor es un soplo
de vida subterránea en las aceras,
en suburbios ocultos por la lluvia.

IX
La seducción
de tu boca callada y melancólica
me lleva por caminos de perfidia.

X
Un mirlo me recibe con su canto
en palacios abiertos sobre arena.

XI
Tus iris me resultan un incendio
y descanso en tus brazos
sin pedirte permiso.

XII
La luna blanca
asombra con su luz
a mi parte escondida en los recuerdos.

XIII
Tus manos me protegen de lo oscuro
y guardo las heridas de la infancia
mientras voy desprendiéndome
de lo que no me sirve.

XIV
Lobos del bosque
en tu reino de árboles.
Respiración.

XV
Una estrella vigila nuestro amor
por eso aunque haya trabas
persisto cada día en nuestra historia
llena de tormentas.

XVI
Bosque de luces
en cuentos de fantasmas.
Desolación.

XVII
Las piedras se parecen a las rosas
que imantan despedidas
en las plazas del sueño.

XVIII
Cuando te encontré en la calle
tu cuerpo buscaba un refugio,
ahora que ya tienes un nido
tu cuerpo busca una herida.

XIX
Recuerdo tu voz del mar
llamándome despacio.

XX
Siempre que me planteo
escapar de tu piel
me vienen a la mente
nuestros volcanes ebrios
y no hago nada.

XXI
A veces he querido castigarte.
Escapar de tu mundo,
ser de piedra,
diluirme en el agua del océano.
Pero no puedo.

XXII
Toma mi mano,
escúlpeme en tu cuerpo.
Hazme tu sombra.


Ana Muela Sopeña

martes, 3 de noviembre de 2015

SECRETOS BAJO EL MAQUILLAJE

*
Ella sale a la calle maquillada
y la gente no ve sus moratones.
El hombre que hace tiempo dijo amarla
la golpea despacio cada noche,
para que no se note demasiado.

Ella se siente débil
para explicar a alguien lo que ocurre.

Se maquilla a diario
aplicándose un tono corrector
de color amarillo
para que no se noten
las marcas tan moradas en su piel.
Y después con cuidado
se aplica crema base del color de su piel.

Casi nadie sospecha de su infierno.

Ella quiere llegar a algún acuerdo,
satisfacer deseos de ese monstruo.
Ella quiere vencer con suavidad.

Amordazada sigue en sus cuatro paredes
de miedo, de silencio, de pavor.

Cuando él entra en la casa ella tiembla.

Hay días más tranquilos.
Entonces él tan sólo
profiere algún insulto. Son los días que bebe extrañamente.

Pero otros
las cosas se desmadran
y antes de irse a la cama él la golpea.

Ella se ha acostumbrado a este ritual.
Casi no siente nada, casi nada...
Se pone hielo en cada moratón,
pomada Trombocid.

Pero hoy las cosas han sido distintas.
Ella no ha camuflado sus marcas en la piel.
Ha llamado a un teléfono de ayuda
y ha abierto una ventana a la esperanza...


Ana Muela Sopeña

lunes, 2 de noviembre de 2015


TERRITORIO DE LA LLUVIA

*
El caos es territorio de la lluvia
en mi nido de amor
más prehistórico.

No quiero que los miedos nos destruyan
por eso es importante
pasar por el ritual de los espejos
antes de que la herida nos suplante.

El caos es lo que impera
en nuestra piel...

A veces me pregunto si lo nuestro
es sólo la expresión
de una lujuria efímera
que pugna por tomar
el nombre sumergido
en lo arcaico del lodo más atávico.

O un teatro sin norte ni razón.
Sin embargo los tiempos
van pasando despacio
y todo nos sonríe en las esquinas.

El caos es el camino neuronal
que nos mantiene vivos
y nos lleva por rutas ancestrales
para poder crear
en entornos carentes de sentido.

Tú me regalas siempre
una utopía seducida por la magia.

Yo cabalgo desnuda
y alquilo una metáfora
a todos los que crean en los sueños.


Ana Muela Sopeña

CICLO

*
Una mirada gris, algo sombría.
Después crítica abierta de la ropa.
Control mediante el móvil,
vigilancia.
Devaluación constante con insultos.
Voces entrelazadas con peleas.
Un zarandeo extraño,
bofetadas.
Petición de perdón,
luego otra historia.
Empujones y golpes subrepticios.
Puñetazos
sin causa, puro azar.
Palizas a escondidas,
por la noche.
Amenazas de muerte repetidas.

Final A:
Una llamada urgente, una luz,
ayuda humanitaria y salvación.

Final B:
Asesinato frío a puñaladas
como final terrible de este infierno.


Ana Muela Sopeña

sábado, 31 de octubre de 2015


NOCHE DE HALLOWEEN

*
En los sepulcros los muertos
siempre juegan a las cartas
para divertirse un rato
intercambiando palabras.
Todos salen de sus tumbas
en las noches señaladas,
bailan al son de la niebla
y vigilan a otras almas.
En la noche de las brujas
algunos llevan bufanda,
otros sombrero de copa
y todos sueñan en calma.
La belleza de lo oscuro
les trae recuerdos del alba
cuando aún estaban vivos
y disfrutaban sin trabas.
Hay un muerto algo vampírico
que espera siempre en las brasas
de las hogueras malditas
para hablar con algún hada.
Después de escuchar canciones
el muerto canta una nana,
para secuestrar bebés
y llevarlos con sus mantas.
Pero esta noche de Halloween
han puesto a la guardia blanca
custodiando a los más jóvenes
de los raptos en las cajas.
Los que se fueron no ríen
de las luces tan extrañas,
aguardan agazapados
dentro de amables moradas.
En los sepulcros los muertos
a veces cazan las ratas,
se las comen sin hablar
 y luego duermen con ganas.


Ana Muela Sopeña

LIBERACIÓN

*
El hombre
se abrazó al muro.
Lloró la muerte de su sombra
y esperó que los pájaros
le trajeran un mirlo de regalo.

Pero los pájaros no llegaron.

Sollozó por la pérdida
de su amante raptada
en la tempestad de los crepúsculos.
Aguardó al alfabeto de los árboles
para entender el hecho
con su mente adherida a la luz cuántica.

Pero las letras nunca se acercaron.

Se lamentó con copas de cemento
sobre la lluvia negra
de sus sueños nocturnos.

Pero la lluvia negra
jamás se percató de su presencia.

Caminó por la senda del instinto
buscando interiormente
comprender esa efímera belleza.

Pero el instinto fue muriendo
entre las ramas viejas.

El hombre
se liberó del muro
y disolvió su miedo en la utopía.


Ana Muela Sopeña

martes, 27 de octubre de 2015


EL ÁRBOL RADIACTIVO

*
En el silencio fluyen los venenos
letales radiactivos
de la central de Fukushima.
Apenas los periódicos informan
de este suicidio lento
a través del océano y el aire.
Y no sólo se trata
de la prefectura de Fukushima
o del país del sol naciente.
El mundo entero es un depósito
de residuos radiactivos.

Al mismo tiempo siguen los contratos
para hacer nuevas centrales nucleares.

Y dicen que es segura esta energía...

El árbol radiactivo tiene miedo
solloza por las noches y nos habla,
nos dice en su lenguaje que paremos.

Pero no le escuchamos
y seguimos con prisa
avanzando
hacia ninguna parte...


Ana Muela Sopeña




http://resumenesdesdefukushima.blogspot.com.es/

LAS ESTATUAS

*
Las estatuas dormidas me observan
en la ciudad solitaria.
Mientras,
deambulo por las calles
y la lluvia me roza
al tiempo que la luz se hace mi aliada.

Las farolas alumbran los sueños
en las plazas del olvido
y un gato
avanza sigiloso por aceras
ocultándose en todas las esquinas.

Mi vida se parece a esos semáforos
que cambian de color sin inmutarse.
En verde todo fluye,
sonrío y soy la reina de las horas,
me alojo en las moradas de la luna.
En ámbar debo estar más vigilante,
los peligros acechan, tengo insomnio.
En rojo voy frenada, me bloqueo,
parece que la suerte me abandona.
Encuentro callejones sin salida.

Las estatuas sonámbulas me miran
y semejan con esa desnudez
la muerte melancólica del mundo,

pero todo renace en la llovizna...


Ana Muela Sopeña

lunes, 26 de octubre de 2015


EN LOS ESPEJOS

*
.....No puedes ocultarte en los espejos, mientras yo me debato con la vida y huyo de lo oscuro. Nos pasamos el tiempo sollozando con figuras de cisnes de origami. Cuando vemos la obra terminada sólo sentimos en la piel la fría escarcha. No debes esconderte en los acantilados del dolor. Tu corazón es grande y ansía la belleza. No quiero contemplarte camuflado dentro de las estatuas de los muertos.


Ana Muela Sopeña

SUMERGIDO

*
A veces te recuerdo
atado al edificio de la sombra,
sumergido en palabras
que buscan el misterio en sus raíces.


Ana Muela Sopeña

ABIERTA AL INFINITO

*
A Curra Anguiano


Paseas por el alma de las nubes
con el llanto oscurecido por la lluvia,
azorada por espejos
que entrecruzan tu mundo con la sombra.

Escribes
en cuadernos de sueños
la belleza de los nombres sin censura,
antes de que los monstruos
se escondan de la luz en tu memoria.

Enhebras
en laberintos ebrios sin salida
imágenes nocturnas de silencio.

Esperas,
a través de relámpagos ocultos,
una señal del cielo que te indique,
sin extrañas palabras,
que la vida está abierta
al infinito...


Ana Muela Sopeña

miércoles, 21 de octubre de 2015


CRÓNICAS DE MUNDOS ESTELARES

*
Volaremos a Marte alguna vez, a las colonias híbridas humanas. Allí abandonaremos esta Tierra que ha sido envenenada con cesio, con estroncio, con uranio, con plutonio y con tritio. Seremos invencibles, eso dicen. Las crónicas de mundos estelares serán nuestra utopía conseguida.

Nosotros los humanos ya no vemos,
estamos bajo hipnosis colectiva.
Consumimos, gastamos, respiramos...
Agonizamos todos
pero inconscientes
nos dirigimos
hacia la nada informe, apocalíptica.

En las colonias solos, tú y yo, crearemos cultivos hidropónicos y comeremos algas sin los tóxicos.

Somos la única especie prepotente
que comete constantemente errores
al pensar que el dominio del planeta
nos hará triunfar siempre
a pesar del fracaso.

Muy pronto en esas naves los hombres y mujeres elegidos irán a las colonias. Allí transformarán la pesadilla en lenguaje secreto y en avances científicos, sin lastre.

Gaia está moribunda,
mas nadie quiere oír los gritos graves
de ballenas varadas en las costas.
O los gritos agudos
de los delfines
que están muriendo en masa
por cardiopatía isquémica,
en Fukushima.

La soberbia nos lleva a las estrellas, en cohetes enormes. Seguramente el viaje será la solución a este marasmo, a este caos tan absurdo que está convirtiendo a la Tierra en un montón de basura radiactiva.

Y miraremos todos
una luz cegadora
y al fin aprenderemos a pensar...


Ana Muela Sopeña

martes, 20 de octubre de 2015


MÁSCARAS DE UN DIOS

*
Jugábamos a ser las máscaras de un dios que atrevido renunciaba a protegernos y en sus fauces de lírica cordura nos inmolábamos como juguetes pérfidos. Ansiábamos la locura perenne que convirtiera nuestros cuerpos en víctimas propiciatorias, en los rituales extraños de los sueños. Amábamos sin censura, más allá de los códigos, y nos ofrecíamos sin tabúes a la diosa vampírica de la pasión sin límites.

A veces las palabras
no pueden expresar los sentimientos,
se comportan con pánico de arena
como frenos en la ruta de la nieve.

Solíamos mirar por la ventana, para ensoñar un mundo sin barrotes. Extrañábamos pétalos, semillas y una casa rural con una chimenea silenciosa.

Los pactos en el agua
presienten la belleza de los siglos
y navegan con miedo a los naufragios.

Cada encuentro era único, sin pautas. Todo lo que sabíamos del reino lo olvidábamos siempre en nuestra hipnosis. Recordábamos verbos y adjetivos atados a secretos bajo tierra. Desfilaban delante de nosotros millones de parejas ya extinguidas en guerras, terremotos, hambrunas y huracanes amarrados al más gélido azar.

Nosotros somos fuego
en mitad de la urbe subrepticia
que conoce los lazos
del amor y de la muerte.

Firmábamos las citas con sudor, con jadeos y rostros de suburbios. Cada instante era único y sublime. Más allá de las leyes o los vínculos, retrocedíamos...
Volábamos despacio hacia los bosques, en un momento prehistórico. A la caza con lanzas y con hondas. A los rituales cíclicos de lunas que adoraban la fiel fertilidad. Hacíamos una regresión a los albores de la historia del Homo sapiens. Cuando una piedra era únicamente dureza y contención y un árbol era vida y una montaña: hembra de las grutas.

Ahora nos buscamos en las sombras
para vivir sin culpa
la extensión de la magia
en vestigios ocultos.

Supimos de otra época en universos paralelos, donde encarnamos como seres humildes adheridos al lodo de una existencia intensa y cotidiana, plagada de ternura.

Es hora de labrar una galaxia
con los vocablos nuevos
que entronquen con liturgias primigenias
escondidas en troncos y raíces.


Ana Muela Sopeña

domingo, 18 de octubre de 2015


EN EL BOSQUE DEL VIEJO CORAZÓN

*
La furia nos encuentra
en el bosque del viejo corazón.
Un territorio virgen
nos acecha,
mientras la voz del agua se hace nítida.
La mirada de luna nos protege
a pesar del exilio.
En la orfandad un río nos acoge
para soñar con mundos sin cadenas.


Ana Muela Sopeña

jueves, 15 de octubre de 2015


ABRIR LAS PORTEZUELAS

*
Existen muchas vidas
que se desarrollan en las jaulas.
Hay gente que convive con personas
que apenas puede soportar...
y realiza trabajos sin sentido
que odia cada instante.

El momento de abrir las portezuelas
y salir de esas cárceles tan grises
es simplemente ahora...


Ana Muela Sopeña

HUELLAS SIN ECO

*
Sobre
la
nieve
veo
huellas
sin
eco.
Nubes
nocturnas.


Ana Muela Sopeña