miércoles, 23 de abril de 2008


CEMENTERIO HABITADO

*
Un espectro olvidado
habita en azuritas de la tierra.
El cementerio sabe
que muchos no murieron totalmente:
residen en las piedras
y en silenciosas hojas de los árboles.

Espiritus antiguos
entregan su secreto al universo,
por duendes de las rocas
que entienden el misterio subvertido.

Hay ojos que vigilan,
desde ramas huídas del subsueño,
la entrada a los abismos
desnudos de la voz de las edades.


Ana Muela Sopeña

DESNUDA Y SOLITARIA

*
He de vagar desnuda y solitaria
en el exilio amargo de tu luz.
En la presencia abierta de los árboles
desfallezco entre nubes de silencio.

La verdad de la luna me corteja
entre mundos sin mapas ni estrategias,
me aporta laberintos de ilusiones
en crípticos senderos hacia el sol.

He de soñar sin planos de futuro
y esperar albas suaves con el vino,
porque vivir es cumbre y es marea.

He de esperar que todo se restaure,
incluso mi alma libre de ataduras,
viajar a las estrellas sin temores

y establecer las rutas del amor,
con manos encantadas de la brisa
en sueños seducidos por la infancia.


Ana Muela Sopeña

martes, 22 de abril de 2008


NINFAS DE JADE

*
Ninfas de jade, entre láminas de oro. Como un espejo.
Luna del mundo, en frambuesa e intriga. Sobre obsidianas.
Bacantes libres, como gaviotas blancas. Dunas de vértigo.
Suaves muchachas, en espera sinuosa. Entre la arena.


Ana Muela Sopeña

BOSQUE ENTRE LAS SOMBRAS

*
Un bosque entre las sombras recuerda un universo de latidos
en clave de misterio, con laberintos blancos
en ancestrales mundos de espejismos. Espíritus nocturnos en sus cuevas
me avisan de peligros escondidos y sueñan con mis sueños más ocultos.
Descifrado el instinto, me lleva por abismos,
envuelta en espirales de deseo. Y unas nubes ebrias
inundadas de humo y de cenizas, expanden sal y arena
por territorios vírgenes, para asaltar el centro de las grutas.
Deshabitada y sola en el enigma, cubierta por la luz de los eclipses
y dentro de una antorcha antigua y cósmica, descubro, en mi silencio,
que el vértigo inicial sobre las aguas se ha tornado delirio entre la bruma.



Ana Muela Sopeña

lunes, 21 de abril de 2008


FRACTALES

*
Asimetría.

Belleza matemática del arte,
laberinto anárquico hacia el orden.
Como una mariposa que en su vuelo

induce un terremoto en las antípodas,
así, la Teoría del Caos, abre
misterios infinitos,

de signos y con fórmulas.
Hay vidas que se enhebran en el ritmo,
oráculos simbólicos

que vuelan, y entre árboles,
planean sus enigmas noche y ríos.
En el sueño inventado del desorden

he visto, entre las letras, ecuaciones
con oscuras incógnitas sin máscara.
A veces me pregunto si mis días

son cúmulos repletos de algoritmos.
Aleatorios números se alzan
en la palabra anónima: fractal…


Ana Muela Sopeña

PÁJARO DE NIEBLA

*
Un pájaro de niebla
me acompaña en ceremonia de silencio
y me susurra clandestino
en mundos incrustados en la piel.

Una iguana de bruma
me revela los códigos de ausencia,
me mira con sus ojos desde el frío
que invade el pulso rítmico del cuerpo.

Las ranas en crepúsculos
seducen al compás de la galaxia,
se ríen con sus iris estelares
mientras se observan en espejos de las rocas.

Camino entre calima
y danzo con la música del viento,
entre lobos y búhos.


Ana Muela Sopeña

domingo, 20 de abril de 2008


EQUIPAJE DE AGUA

*
La sombra de tus ojos inquietantes
me llevó por senderos imposibles
hacia tierras de humo.

Pretendí comprender lo irracional
de tus palabras ebrias de lo oscuro,
en callejones grises y despóticos.

Y no logré sentir que te captaba
en laberintos sucios, con escombros
de tu historia vivida hecha jirones.

Preparé el equipaje con el agua
de la nostalgia incierta de tu océano...

Una llave de bruma en el silencio
permite que mi caja de Pandora
libere ya a los pájaros
que esperan el momento de emigrar.


Ana Muela Sopeña

LÁTIGOS DE BRUMA

*
Una penumbra lúcida me invade
en la noche cerrada, con temblor
de una sombra noctámbula y perdida
entre la luz abierta de los bares.

Cautiva me impresiono en el umbral
que me habla de epitafios aún no escritos,
con la sal imantada de ese vórtice
de mi herida del sueño más profundo.

Un humo de otros tiempos casi erráticos
me recuerda en imágenes su rostro
que yo no olvido nunca ya que es ráfaga.

En la nostalgia hay látigos de bruma
que muestran la ciudad con sus esquinas
y las campanas ebrias de espejismos.


Ana Muela Sopeña

sábado, 19 de abril de 2008


SUEÑAN LOS PORTALES

*
La noche nos envuelve
en su manto de versos y espejismos.

Las calles nos persiguen
como prismas ingrávidos,
por el espacio sombra del recuerdo
o el desamor teñido de nostalgia.

Se doblan las aceras con tu risa

y sueñan los portales a mi paso.

Las campanas sorprenden con su música,
a lo lejos un perro...
y un camión se dirige a su destino.

Los charcos son un símbolo
de la vida estancada en otro siglo
y lo oscuro seduce
a numinosas formas y colores.

Las fachadas despiertan del letargo
y los carteles hablan con imágenes.

Las horas se detienen
y tú sólo me miras,
al tiempo que la luz se disgrega en penumbra.


Ana Muela Sopeña

ENSOÑACIÓN

*
Posaba serena
en la buhardilla ebria de sol,

con su vestido suave
que descubría un hombro a contraluz...

Cruzaban miradas
que se perdían en el temor
a simplemente ser...
y atravesar los límites del otro.

Él desbastaba el mármol
como si fuese arcilla
y ella...
el aire del amor en el asombro.

Las horas transcurrían
y el tiempo se fugaba...

un pálpito sublime en el intento.

Eternidad en cruce de energías,
renacimiento a golpe de cincel.

La musa se hace carne
y el creador es sueño...

Ensoñación que llama a la ensoñación del mundo.


Ana Muela Sopeña

EN NOSOTROS

*
En ti,
el pulso creador
de las galaxias,
pero también la herida
microscópica, en tinieblas.

En mí,
un latido
de belleza sonámbula
de océano en delirio,
pero también la grieta
ensangrentada del abismo.

En nosotros,
un vaivén de palabras,
la fuerza primigenia
de un volcán consagrado
a dioses ancestrales de la luz.

Y esa caverna oscura,
con el pasado en danza,
llenándose de sol y de caricias.


Ana Muela Sopeña

ADHERIDA

*
Adherida a tu alma como espía
me he adueñado de tus pájaros dormidos.


Ana Muela Sopeña



DETENIDA LA LUZ EN LA PALABRA

*
Detenida la luz en la palabra
ha infringido los cauces del silencio,
con su vértigo cruel
en un acantilado de iceberg.

Insumisos los días
se presentan cargados
con secuestros de pájaros de nadie,
hacia horizontes con guardianes.

Kamikazes tus manos me persiguen
por rutas entre niebla,
con jeroglíficos y vino,
para soñar el mundo desde el sueño.

Observación de fuego entre la bruma,
como piedra ritual en ceremonia,
para invocar los genios familiares
y conseguir que salgan de lámparas de cobre.

Invadida la sombra entre tus versos
me seducen los gritos de placer
y el instante poético sublime,
mientras rodamos locos por mil camas.

Infracciones rebeldes de lo oscuro
me indican el camino de las rosas,
con lobos perturbados en su arena
y reptiles de luna sin luceros.


Ana Muela Sopeña

viernes, 18 de abril de 2008


SOY

*
Soy
luna
creciente
en lo oscuro,
rosa de sombras.
También soy la luz
de belleza embriagada
y seducción del abismo.
Y soy el mar con sus nereidas
enredadas con faunos de espuma.
Me entrego a los océanos de vida
en un halo de minutos atrapados.
A veces soy la cumbre azul de tu deseo
de una diosa con túnica y los ojos en bruma.
En el mundo del recuerdo soy filo de la nada,
para tentar a la muerte en las ocultas marismas.
Y soy néctar divino en viaje hacia galaxias invisibles,
con las esencias de los bosques, que ya cabalgan hacia Urano.
Y soy palabras de la herida, con instinto hacia rutas de seda,
para sentir el arco iris, que invade el tiempo errante de los duendes.
Y soy algas de amor y placer en aguas enigmáticas de bronce
sumidas en el código secreto que yace en jeroglíficos de arena.
*
*
Ana Muela Sopeña

LUZ

*
Sombra de nadie.
De memoria dormida,
con tus penumbras,
de experiencias dispersas.
Diluyendo el pasado.

Días de vida,
en tu piel sin los muros.
Hacia tu estrella,
en Creación constante.
Sensación de presente.

Luz de las nubes,
en tus ojos sin mundo,
desde la historia,
irreal, como siempre.
Construyendo un futuro.


Ana Muela Sopeña

EN EL FONDO DEL SUEÑO

*
En el fondo del sueño
los límites del mundo se adivinan
y las redes de tierra
abandonan espejos
para sentir la bruma entre la ausencia.
Las certezas de agua no cobijan
porque el misterio críptico está lejos
de la abertura clara y manifiesta,
en la memoria quieta
de la mirada nítida:
aquélla que guardamos en los cofres.


Ana Muela Sopeña

NOCHE ABISAL

*
En la noche abisal
ya sólo tu reflejo en el silencio
rechaza mi extravío.


Ana Muela Sopeña

jueves, 17 de abril de 2008


CUADERNO DE BITÁCORA

*
I
INMERSIÓN

Deshabitada vivo,
abierta en dimensiones invisibles,
para que todo suene
como antes de nacer,
cuando todo mi cuerpo estaba inmerso
en el líquido amniótico extenuado;
y todo lo que había en mi galaxia
solía llamar piedra al gran silencio.
Pero la savia nueva,
de mi mirada esquiva,
precisa del oxígeno en bandadas.

II
CIUDAD ABIERTA

Y después del oxígeno
posiblemente llegue a una ciudad,
donde las flores pueblen
los mercados abiertos;
y las mujeres sueñen que ya existen;
mientras los hombres crean que son hombres,
en tenderetes llenos de colores
tumbados entre el sol y densa niebla.
Y los niños contentos,
como piratas negros,
juegen con fantasía a ser navío.

III
JADE DE PROMESAS

Y luego en un navío,
con sirenas aladas como proa
y dioses ambarinos como popa,
el mundo sin demora
querré yo recorrer sin la zozobra;
para encontrar la ruta de la seda,
las especias amadas de azafrán,
y jade de promesas en tesoros
de un mundo inextinguible:
aquél que un día mire,
desde otro firmamento a unas gaviotas.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 16 de abril de 2008


TU LABERINTO EN LLUVIA

*
Un árbol misterioso
ha aparecido en sueños en mis noches,
con sangre de la estrella
de tus visiones blancas, ancestrales,
para volar despacio entre dos cuerpos
y unir galaxias número con dedos.

Mi espejo entre la niebla
se ha escondido del día con un velo,
entre nieve y cristales,
como un álbum de fotos de familia
y así ha sentido rutas peligrosas,
en líneas paralelas de inframundos.

Tu laberinto en lluvia
me rescató del frío y las tormentas,
con brasas encendidas,
para crear un cuarto, en desnudez,
abierto a las entregas, sin papeles,
con párpados desiertos hacia el sol.


Ana Muela Sopeña

LOBO

*
Un lobo escribe
mi historia en pergaminos de silencio
con la caligrafía de los bosques.


Ana Muela Sopeña

HOMBRE CREADOR

*
HOMBRE NIEBLA

Espejos en la luz de la palabra
sublimes como nubes en la noche,
kilómetros de piedras en caminos,
en la sombra desnuda de tu otro.
Rizomas disfrazados en tus árboles
reinan sobre el espectro del oscuro
instinto de tu iguana en el silencio.

HOMBRE BRONCE

En la sombra cautiva del mutismo
se divisa la sangre de la historia.
Kilos suaves de bronce en tu nostalgia,
en tus cuerdas nocturnas del olvido,
relacionan el alma con metales,
rutas nuevas de luces sin estigmas
insurrectos o en danza del espíritu.

HOMBRE LUZ

En un sendero extraño hacia las Pléyades
sibilas y maestras te iluminan.
Karate en la distancia te prepara
en la lucha constante contra el monstruo
rubio que te seduce hacia lo oscuro,
rindiendo pleitesía a lo trivial,
inmanencia de ingrata solución.


Ana Muela Sopeña

MUJER CREADORA

*
MUJER BRUMA

Mujer, en tu habitáculo pequeño
enmarcas en tu ojo continentes.
Sedienta de infinito sólo aspiras
el aire apasionado, en esa piel
de náyade que vive entre la bruma,
en ese día oscuro e impreciso,
sin otras ilusiones que el amor.

MUJER PALABRA

Mediodías de flores entre sueños,
en danza con coral de los océanos,
se deslizan compulsos por tu pluma.
En tardes melancólicas, sin horas,
destierras lo inservible de tu mente.
En códigos nocturnos, sin el pánico,
sublimas con palabras el deseo.

MUJER CUÁSAR

Musitas en galaxias tu oración
en cuásares inmensos de otra luz.
Serpientes estelares te seducen
en magma de temblor hacia Alpherat.
Divina, con tu corazón de Gaia,
entiendes lo sagrado de las cosas.
Sin tiempo te diriges por la ruta.


Ana Muela Sopeña

HEMOS VIVIDO EN TODAS LAS CIUDADES

*
Hemos vivido en todas las ciudades
y todos los poblados de la tierra;
en vidas anteriores a esta vida
y existencias de mundos paralelos.
Tú y yo hemos caminado de la mano
por las noches de Praga y sus cafés;
por las plazas de Roma y sus palomas;
y entre los Carnavales de Venecia.
Hemos ido al futuro en astronave;
y degustado líquidos sintéticos;
pastillas de colores como hidratos;
y visto nuestra Tierra desolada.
En ceremonias griegas de alto grado,
los misterios de Eleusis, te encontré.
Y después, de sarcófagos egipcios
tuvimos la gran suerte de escapar.
Hemos pactado siempre sin fricciones
para la libertad de la conciencia.
He sido paleolítica en las cuevas
y me has traído carne de mamut;
he curtido las pieles en Groenlandia
para que glaciaciones no te helaran.
Nos hemos divertido en los harenes
cuando tú eras Sultán y yo doncella;
y también hemos ido a fiestas báquicas
y siempre rescataste mi sentir.
Yo fui sacerdotisa en Babilonia
y tú tuviste cargo militar;
y... hemos aprendido de los quechuas
a interpretar los códigos sin claves.
En Atenas me diste un camafeo
que aún lo llevo grabado en el espíritu;
y yo te entregué en Quito una flor blanca
que aún conservas en páginas doradas.
La vida por el mundo ha sido bella
pero yo siempre te he echado de menos
cuando en otros planetas tú has vivido
con las bellas Sirianas y Arturianas.
Recuerdo cuando yo fui virgen-maya
y tuve que escapar de las masacres
y me tiraste lianas a aquel pozo
para escapar de tantos destructores.
Ahora sólo podemos habitar
fuera de las ciudades o del tiempo.


Ana Muela Sopeña

ARENA

*
Arena cuando salgo a deambular
en viento, azul, pretiles y terrazas.
Anónima sin rumbo
buscando entre visiones otra sombra
destierro del asfalto y paraíso.

Arena en mi mirada
cuando río
de todo lo que existe y se diluye.

Arena sobre piel
de playas silenciosas y abrumadas.

Arena en otra arena
por mares y edificios
que la luz embriagada me secuestra.

Arena sobre sueños sin los sueños...


Ana Muela Sopeña

OSCURIDAD DE LO SUBLIME

*
Deambulando por las calles solitarias
veo una luz
en la oscuridad de lo sublime,
y un código cifrado
en el corazón de la ciudad.
Un hombre errante,
sumido en las tinieblas de la noche,
no puede distinguir
el sueño de la bruma.
Miro al centro del abismo,
allí donde el misterio
se convierte en vacío,
y con mi pasión de estrellas y de intriga
lo conduzco por el sendero de las nubes,
hacia la infinitud del universo.


Ana Muela Sopeña

AUSENCIA EN EL CREPÚSCULO

*
La vida en sus inicios parece un gran espejo sin fisuras,
que está rondando el alma, para vestir la lluvia
de muros y silencios compartidos. Espíritus sin tiempo ni visiones
se esconden de miradas. Extrañeza en la atmósfera
de locura y marea. El mundo desde siempre, con su vértigo,
esboza laberintos de futuros robados
a las grutas de tierra. El sueño de las playas seducidas
divierte a las muchachas embriagadas, que danzan en la arena,
con túnicas, descalzas; mientras la tarde abriga, solitaria,
ausencia en el crepúsculo.


Ana Muela Sopeña

martes, 15 de abril de 2008

EXTRAÑA SIBILA

*
Hay un dios exiliado
dentro de cada hombre
y una extraña sibila
dentro de cada mujer.
A veces salen juntos a la noche
y se extasían hasta el amanecer
con frenéticas danzas, hasta quedar exhaustos.
Locos desfallecen, al convertir el mundo
en espirales de oro y plata.
He visto en ti a la sibila
y tú en mí al dios
al contemplarnos
en el reflejo especular
de nuestros iris de agua.
Nos dolerá la vida,
por la esclava tristeza
de sabernos efímeros.
A plena luz del día
pasearán nuestros dobles,
alegres y despreocupados,
como en las fiestas de primavera.
Y la Venus de Botticelli
nos acogerá en su seno,
a través de la máquina del tiempo
que albergo en mi jardín.


Ana Muela Sopeña

PALABRAS POÉTICAS

*
Digo piedra,
luz
y sombra...

palabras poéticas incuestionables...,

pero también
ordenador,
circuito
y acero...

telegrama,
diccionario,
cosmética...

cada palabra desciende
al mar de la poesía
cuando alguien la nombra
y la reinventa,

como el mago...

En el principio era el verbo.

Palabra creadora,
origen del mundo,
alma en el vocablo,
raíz, lenguaje.

En los primeros tiempos
el sonido habitaba entre las aguas...

Antes del Big Bang
las sílabas jugaban
en el no-universo.


Ana Muela Sopeña


*****

CUVINTE POETICE

Zic piatră
lumină
şi umbră...

cuvinte poetice incontestabile...,

dar de asemenea
calculator
circuit
şi oţel...

telegrama,
dicţionar,
cosmetică...

fiecare cuvânt îşi are originea
în marea poeziei
când cineva îl spune
şi îl reinventează,

precum un magician...

Întâi şi întâi a fost verbul.

Cuvânt creator,
originea lumii,
suflet în vocabulă,
rădăcină, limbaj.

În timpurile arhaice,
sunetul locuia între ape...

Înainte de Big Bang,
silabele jucau
de-a non-universul.


Poem de Ana Muela Sopeña, traducere în română de Andrei Langa

AMOR FINGIDO

*
Vagó por la ciudad,
desolado y sin nombre ni futuro,
se metió en antros sórdidos,
se emborrachó con vodka.
Terminó en una barra americana,
allí una chica rusa le hizo ojitos.
Se gastó dos mil euros en champán,
subió con una "nueva" al dormitorio.
Después llegó otra amiga,
lo dejaron desnudo de artificios.
Ellas se sonreían como cómplices.
Él pensó que eran ciertas
las caricias tan suaves.
Era un amor fingido y sin corazas,
se decía a sí mismo que era igual:
fuese un amor tangible o imaginario
se sentía contento en piel tan cálida.
La rubia le pidió todo el dinero,
la morena tarjetas con los códigos
y en medio del placer y lujurioso éxtasis
pudo ver a ladronas bajo amantes,
eso que la embriaguez no le dejaba
distinguir las serpientes de las musas.
Antes de que sintiera el gran olvido
de las alcantarillas, papeleras,
se marchó de aquel club con lucidez,
recordando Perséfones entre humo.
Deambuló por los parques,
estaciones de trenes, paradas de tranvías,
los jardines amados de la infancia.
La urbe con espectros era hembra
que le llevaba al útero del mundo,
por si en sus fauces líquidas hallaba
la meretriz divina que guiase
su caminata incierta por la vida.
Se acordó de Natasha, la bella del submundo,
y se sintió arrastrado a su perfume,
pero temió acabar sin huesos, roto,
en un contenedor de pilas, frío.
Regresó al antihogar, ebrio y helado,
se introdujo en su cama, sigiloso,
y allí estaba Natasha. Él nunca se enteró
si era un amor fingido o era un amor real.
Fuese un amor auténtico o con máscaras
se despertó feliz en su gran sueño.


Ana Muela Sopeña

LÁGRIMA ESENCIAL

*
En la marea de nuestros ecos
subyace la roca opaca, sin vacío.
Y tras la sangre de nuestros labios
la lágrima esencial, esperando.

Esperando la cruel incisión
de los dedos de hierro,
anhelando el amargo desgarro
que descubra la luz en la sombra.

En el ritmo de nuestros silencios
se construyen reflejos en el espacio infinito
y sobre ellos danza el color de las tumbas abiertas.

Cuando expectantes cerramos los latidos del sueño
emergen los secretos en la ciudad invisible.


Ana Muela Sopeña

LLUVIA SINUOSA

*
Lluvia sinuosa
sobre mi piel vestida de silencio
y tu cuerpo con máscaras errantes.


Ana Muela Sopeña

lunes, 14 de abril de 2008


EL ABRA

*
El hierro de la historia
discurre por la ría ensimismada,
abierta a la mirada sinuosa
de una muchacha, absorta en pensamientos
de suave luz de luna.

Las chimeneas alzan
el humo del esfuerzo
a través de los tiempos y los hombres.

Incautos los crepúsculos,
en perturbado escándalo de barcos
atracados sin límite,
a sombras del recuerdo
de clandestinas luces del ocaso.

El brillo de la ría
evoca la nostalgia
de vidas entre mares y entre vino.

El mundo se presenta,
suicida, kamikaze,
desde los otros bares de la orilla.

Los coches, como búhos,
persiguen a la noche,
para captar la magia entre las fábricas
y como espías cautos
nos tienden un radar a la deriva,
para esbozar misterios sin las horas.

El Abra es un estigma
y parece una herida
rasgada en vertical, sin una agenda
que baña las fisuras del pasado.

Una historia adherida
a un pueblo itinerante
que busca sin un rumbo su destino.


Ana Muela Sopeña

Nota: El Abra es la ría del Nervión.

RETORNARÁ EL EDÉN

*
Muy dentro de las almas de AdánEva
resuena aquel momento
del inicio de todo...
Una explosión de luz en tiempo cósmico
lejana, muy lejana,
casi un sueño sin sueño...

Un sol amigo lúdico
cada día en su esencia
obsequia anaranjado
la vida siempre verde sin contornos.

Satélite tirano nuestra luna.
Sus fases son vaivenes
que enloquecen la mente
y en círculos de acero la ensortijan...

Las células rebeldes ya no pueden
estar dentro de un orden
si el astro caprichoso
de fase va cambiando.

La Tierra, compañera de mareas,
nos habla en su lenguaje
de movimientos sísmicos, volcanes...

Mercurio en su silencio eonario
desde otra edad contempla...

Y Venus es la puerta
del todo o de la nada
y los colores vivos de la noche
cuando el misterio inunda...

Con Marte todo sabe
a luchas tan antiguas
como el instinto claro de la ameba
cuya supervivencia antepasada
nos abrió con el vértigo el umbral
de la belleza inmensa
de estar vivos...

El genoma muy pronto mutará
renunciando por siempre
al ritmo ya caduco y ancestral:
a sentir cromosomas prehistóricos.

De Júpiter las crónicas
explican que hace años recibió
la herida alada y fértil de un cometa.

Saturno nos propone en sus anillos
un viaje contenido
al centro del espíritu-espiral.

Urano tan voraz
de jaulas voluntarias nos arranca
con su métrica errática.

Y Neptuno en su órbita
sueña que gira y gira
a través de la esfera del temblor...

Plutón podrá llevarnos al infierno
o hacer de intermediario
entre dos reinos blancos y perpetuos.

Y dentro de nosotros
en la noche salvaje
habita un microcosmos interior
con astros constelados
encendidos de tiempo,
con todas las certezas adheridas
y el secreto asombrado de lo oculto.

Nos sorprende el proceso en ribosomas
que, a ritmo de tam tam,
realizan trayectorias inquietantes.

Un macrocosmos amplio hacia el enigma
nos lleva a territorios
de extrañeza y de júbilo.
En esos campos sin cartografía
la ciencia sólo habita sin certezas.

Y la mirada abierta al microcosmos
se detiene en el quark...

Sin guías ni hacia dentro ni hacia fuera,
tan sólo residentes de la diosa:
llora nuestra planeta
enfurecido y rojo.
Y nuestro hogar es la galaxia entera
que hiberna adormecida
en iceberg del frío
inerte corazón que en hielo espera
agazapado en manos que habitar...

Algún día la luz del adn
se topará con Pléyades
y centros de fotones y neuronas
del universo etéreo
en laberinto abierto...

Entonces nuestro enredo colectivo
emergerá despierto
sin el virus del tiempo
que yace envilecido entre la historia
de homínidos errados.
Y del pasado nuestros nucleótidos,
a través de una alquimia
laboriosa y sagrada,
resonarán contentos con palabras
del paraíso interno de esta especie.

Retornará el Edén entre las sílabas-
que darán como mantras,
el sonido anhelado-
y los genes serán otras estrellas...


Ana Muela Sopeña

martes, 8 de abril de 2008

ELLA FUE AGUA

*
No había nadie en la noche
y los ojos miraban desde los abismos.
Oscuramente caía una densa niebla
sobre los cabellos de metal opaco
de la encendida muchacha.
Apareció un destello
sobre una hoja de hechizos anhelantes.
Alternábase la sombra-miedo
con la luz de la inocencia
el suelo se convirtió en un río
y ella fue agua con el agua.


Ana Muela Sopeña