A Manuel Martínez Barcia, gran poeta y amigo, que hoy hubiera cumplido años
Mientras tiembla la luz en las aceras
recuerdo aquella noche atemporal.
Hablábamos de todo y de nada
mientras tú me mirabas fijamente.
Recorrimos las calles de la urbe
hasta llegar al punto del origen,
la plaza de Moyúa con su estrella
grabada sobre el suelo.
Allí el pasado entró por las fisuras
de una antigua canción llena de sombras.
Respiramos sin lastre y sin horarios,
mientras la melodía de los astros
dejaba su fulgor en nuestra piel.
Luego te vi alejándote despacio
hasta desaparecer
entre la niebla.
Después ya nunca más nos encontramos.
Seguimos con la vida cotidiana
y seis años más tarde te fugaste
por la ruta inmortal de las Perseidas,
aquel trece de agosto
del año dos mil quince.
Ana Muela Sopeña
10 comentarios:
Qué pena que ya no esté, paseando contigo por los recovecos y esquinas de la noche.
Un abrazo, y feliz día
ANA,
Há partidas que deixam sempre marcas na alma.
Talvez um dia aconteça o regresso...
Besossss!
Hay seres memorables que pueblan siempre nuestros espacios nunca desaparecidos,sino tangibles en el sentir
Murió de un infarto, con 62 años.
Un abrazo
No puede volver porque murió, Albino:
Gracias por venir
Así es, Meulen:
Un beso enorme
Cuánto me gusta esa expresión: la ruta inmortal delas Perseidas.
Es que murió el 13 de agosto. El día de la lluvia de las Perseidas. Fue literal.
Un abrazo
Trist però bell poema!
Gracias, Helena, por tus palabras.
Un beso grande
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