La adenina nos guía por galaxias
hacia las bibliotecas de la luz.
Allí nos instruimos sin escudos,
amamos la belleza del inicio.
La citosina sabe de paciencia;
para columpiarnos suavemente
dentro de los misterios de los púlsares,
en medio del amor y del asombro.
La guanina nos lleva por lugares
donde habita el sonido primordial.
La música del cosmos es la antorcha
que alumbra los enigmas de la historia.
El uracilo es ritmo primigenio
que nos conduce a ver entre las sombras
el círculo de un mundo que despierta
a traves de los siglos...
Ana Muela Sopeña
6 comentarios:
A semejanza de como hay la llamada poesía visual, la tuya podría titularse poesía sideral o poesía biológica. Es un decir, pero es curiosa la deriva de tu mente hacia los paisajes siderales de fuera y de dentro, todos ellos del Multiverso (Universo se queda apocado)
Gracias, Fackel:
Sí, me identifico con lo que dices de Poesía sideral. También poesía de biología molecular.
La poesía está en todo. No podemos restringirla únicamente a los temas típicos: amor, desamor, soledad, muerte, naturaleza, mitología, el paso del tiempo, la poesía social...
Hay tantos temas interesantes que explorar dentro de la poesía...
Un abrazo
"La música del cosmos es la antorcha
que alumbra los enigmas de la historia..." De rodillas, Ana. Qué agregar?
Abrazo admirado una vez más.
Un placer que te haya gustado este poema, Carlos:
Un beso grande
El poeta comprende la grandiosa conexión en lo creado...de ahí esa mirada profunda y sabia para aclarar nuestra mente...
Abrazos.
Vamos observando la realidad y vemos la grandeza de la creación. Hay mucha magia en lo grande y en lo microscópico.
Un beso grande
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