*
Un ángel me hace señas
en la carretera del azar.
La lluvia va lavando
el eclipse infinito del vacío.
El agua se hace nítida
y al fondo veo un sol,
oscuro en su guarida solitaria.
Un delirio de pétalos
seduce al nombre etéreo del crepúsculo.
Las hojas se columpian en la arena
y una mujer de fuego
amalgama visiones con almizcle.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Grande,como siempre.
saludos
Hola, Genetticca,
muchas gracias.
Me alegra que te guste
Saludito
Ana
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