Despierta el alba
sobre el embarcadero.
Evanescencia.
Los presagios del día
nos hablan de la lluvia.
Por la mañana,
la luz entre las nubes.
Se ven los barcos.
La ría del Nervión,
envuelta en la neblina.
Al mediodía
los pretiles del muelle
anuncian bruma.
Una escondida sombra
encuentra el sortilegio.
Llega la tarde,
los árboles bostezan.
Melancolía.
El rumor de las olas,
el canto de los mirlos.
El horizonte,
silencio en el crepúsculo.
Presentimiento.
Respiración del mundo
en horas de mutismo.
Ana Muela Sopeña
10 comentarios:
Me han gustado todos, son realemente de una liviandad que enamora.
Un abrazo
Gracias, me alegra que te gusten, Albada:
Un beso
A mida que avancen les tankes van guanyant força. Molt ben trobat!
Serán tankas de luz pero yo los encuentro muy quedos; y no me parece mal, todo lo contrario. La luz no tiene por qué meter siempre ruido.
Los cinco son magníficos, Ana, y sobre todo de tu sello, de tu tan personal estilo y sonido...
Me alegra que así los percibas, Helena:
Un beso grande
Gracias por tu opinión, Fackel:
Un beso
Siempre un placer tu visita, Carlos:
Un beso
ANA...
A luz dos tankas me iluminou o caminho
para vir até ti!
Muito belos os teus tankas querida.
Besos enormes!
Gracias, Albino:
Me alegra que te gusten estos tankas.
Muitos beijos
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