*
Un crepúsculo rojo me subyuga,
abre mi piel de náyade a tus labios
en galaxias desnudas,
mientras tú me acaricias sin descanso.
La luna nueva atrae a las jaurías
de lobas con los ojos encendidos,
por asteroides lúbricos
y yo rozo tu espacio sin tocarte.
El eclipse me asusta.
Mis manos te persiguen en la noche
con estrellas nostálgicas.
Nos abrazamos lejos de ciudades.
Amanece en los mundos de lujuria
con tus dedos marcando el territorio
en mi luna sedienta de tu sol.
Ensoñación romántica en el vértigo.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hermoso poema erotico. Tienes el verbo preciso para sugerir. Es una gran cualidad.
Me encanta.
Un sonoro beso.
Gracias, Perfecto. De eso se trata. Sugerir, insinuar. Otra cosa no sería poesía...
Un abrazo
Ana
Publicar un comentario