*
Cada día que pasa y ya no lloro
parece que los muertos se disuelven
por el desfiladero de la herida.
Pero luego retornan los lamentos
en las noches de humo, sangre y lágrimas.
Entonces me doy cuenta de que el mundo
es un lugar más frío desde que ellos se fueron.
Ana Muela Sopeña
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