*
Camino por desiertos
donde no existe el agua ni la luna.
Pero te veo a ti, desnudo, con la noche,
esperando de mí sólo un atisbo
de vida seductora y primigenia.
La mirada en la rosa que se nutre del sueño
en la visión que sabe de infinito.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario