*
Pregunta levemente por el precio,
se marcha sin dejar huellas de aire,
prosigue su camino sin un rumbo
por la ciudad vacía.
Se mezcla entre las cosas de las tiendas,
se camufla en estatuas de otros tiempos,
adora ser un ente sin un nombre
mientras gasta en dinero
o con tarjeta.
Se desliza invisible por las noches
en los escaparates de rebajas,
sabiendo que a la luz
sabrá que existe sólo por comprar.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Un problema bastane extendido hoy día, fruto de la soledad inmensa que nos acompaña. Me encantó.
Un besazo
Uno de los mejores finales que he leído.
Gracias, Carlos, me alegra verte por aquí.
Un beso
Ana
Gracia, Lucas, por brindarme tu generosa opinión.
Un beso
Ana
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